3 San Lorenzo: Orión; Adrián González, Aguirre, J. Bottinelli, Placente; Rivero, Acevedo, Alvarado; D'Alessandro; Bergessio, Romero. DT: Ramón Díaz.

1 Central: Alvarez; Espinoza, Ribonetto, Raldes, Papa; Messera, Borzani, Cristian González, Méndez; Zelaya, Arzuaga. DT: Leonardo Madelón.

Goles: PT: 8m Bergessio (SL), 23m Romero (SL) y 29m Borzani (C). ST: 13m Adrián González (SL) de penal.

Cambios: ST: 17m Bilos por D'Alessandro (SL), 22m Vizcarra por Arzuaga y Damián Díaz por Messera (C), 23m Menseguez por Bergessio (SL), 29m Emiliano Díaz por Rivero (SL) y Emanuel García por Espinoza (C).

Arbitro: Alejandro Sabino

Cancha: San Lorenzo

Ya poco importa qué resultado cosechen los rivales de Central en la lucha por evitar el descenso. Porque el equipo de Leonardo Madelón --por ahora-- volvió a perder, derrota que lo postró a zona de promoción, y al no sumar es imposible sacar provecho de la suerte que tengan sus adversarios. Fue poco lo que ofreció el equipo ante San Lorenzo. Apenas una sensación de reacción en el descuento (1-2) y nada más. El local sacó dos goles de diferencia a en menos de 25 minutos, y aunque tuvo algunas dudas, todo concluyó con el tercer tanto anotado a los 13 de complemento.

No hay caso: por más catarsis, charlas, diálogos y autocríticas, perder un clásico causa un daño de confianza que sólo puede remendar el paso del tiempo y la llegada de buenos resultados. Evidencia de esto fue lo visto en el tramo inicial del partido de anoche, donde Central jugó como lo hizo en el clásico, y allí San Lorenzo se hizo una panzada de fútbol, no sólo marcando goles sino además construyendo una imagen de fútbol que se aproxima a la anhelada para seguir en carrera en la Libertadores.

Tardó ocho minutos el azulgrana para hilvanar una sincronizada combinación colectiva que concluyó con un pase atrás de D'Alessandro a Bergessio, quien pisando el área sacó un zurdazo cruzado que dejó a Alvarez vencido y tendido sobre la línea de gol.

El tanto no sacudió a los canayas. Con temores para jugar la pelota y sin pretensión de asumir protagonismo, San Lorenzo perseveró en sus máximas, logrando un nuevo premio cuando Raldes quedó pagando en un bombeado centro de Adrián González y detrás suyo surgió Romero para tocar cruzado el balón y volver a dejar al uno auriazul en estéril situación. El local, en pocos minutos, ganaba 2 a 0.

Ese segundo golpe despertó el orgullo de Central. No porque el equipo saliera decidido a revertir la compleja situación, sino para adelantar las líneas e intentar probar el andar del fondo local, que nada seguro se mostró cuando Central llegó al área de Orión. Y fue en uno de esos tímidos avances donde Cristian González tocó a un costado pisando el área mayor para la embestida en carrera de Borzani, quien de derecha, y con ayuda de un involuntario desvío en Botinelli, clavó la pelota en el ángulo izquierdo para descontar en el marcador y revivir las ilusiones de todo su equipo.

Aquella esperanza se buscó sostener revirtiendo la actitud, puesto que en el segundo tiempo Central afrontó el compromiso con mayor carácter, disposición que por momentos lo llevó al equipo a tutearse con el empate. Hasta que un nuevo yerro individual frustó todo: Alvarez lo cruzó en el área a Romeo cuando el delantero era marcado por Raldes, Sabino cobró penal y Adrián González llevó a tres la cuenta para el local.

En aquella acción todo se acabó para Central. Los dos goles de diferencia eran una distancia demasiada lejana para el errático andar del equipo en la cancha y lo que siguió fue un monólogo de los azulgranas, ratificando su racha ganadora en el certamen doméstico. Central, por el contrario, sigue su preocupante paso perdedor.