0 Argentinos: Torrico; Scotti, Caruzzo, Sabia; Bogado, Ortigoza, Mercier, Recalde; Quiroga; Hauce, Pavlovich. DT: Néstor Gorosito.

0 Central: Broun; Valentini, Braghieri, Bogino, Martín García; Zarif, Méndez; Franzoia, Ezequiel González, Gervasio Núñez; Caraglio. DT: Gustavo Alfaro

Cambios: ST: 12m Viotti por Quiroga (A), 18m Romero por Bogado (A), 20m Zelaya por Ezequiel González (C), 26m Santibañez por Hauche (A), 31m Paglialunga por Zarif (C) y 39m Danelón por Franzoia (C).

Arbitro: Cristian Faraoni

Cancha: Argentinos

No renunció nunca a ganar y de a ratos se animó a elevar su apuesta táctica en afán de dar con la victoria. Inspirado estuvo Milton Caraglio para ganarle siempre a los defensores rivales. Pero ninguno de sus compañeros mostró nivel similar. Fue por ello que la victoria no llegó, aunque tampoco hubo que pagar un precio alto. Es que sin descuidos en defensa, el canaya no pasó sobresaltos ante Argentinos y se volvió con un punto que pudo ser tres, si en la última pelota del partido Caraglio hubiera sido más preciso a dar su cabezazo cruzado.

Nuevos imprevistos obligaron a Alfaro a improvisar para armar el equipo. A último momento, por diferentes problemas estomacales, Ignacio Iturralde y Mario Paglialunga quedaron afuera. Pero como para el entrenador el esquema de juego trazado está por sobre los nombres, nada se alteró en la pizarra: ingresaron Nahuel Valentini y Andrés Franzoia.

El partido giró alrededor de las generales pensadas por el entrenador: con Argentinos intentando asumir el protagonismo a partir del monopolio de la pelota y Central lastimando con rápidas corridas de contragolpe, siendo para ello imprescindible la participación de Caraglio. De igual modo, las emociones no fueron muchas.

Porque si bien Caraglio bajaba todas las pelotas que le tiraban, a veces lo hacía en completa soledad, siendo absorbido por la línea de tres del local. El buen planteo de los auriazules se lució más aún en defensa, motivo por el cual Hauche no tomó intervención en el juego, a Quiroga no lo dejaron encontrarse con sus compañeros y por esto el resto de los volantes de Argentinos corrieron desorientados.

Es por eso que el local llevó peligro sólo con un tiro libre de Bogado que se fue muy cerca del primer palo de Broun, y un zapatazo de Ortigoza que controló el uno canaya. De parte de Central, cuando Ezequiel González lo buscó a Caraglio, tanto el enganche como el punta llegaron a Torrico: el goleador la tiró afuera, el diez perdió ante el uno.

Aciertos tácticos al margen, lo que Alfaro no logra hallar es el lugar para Franzoia, que ayer volvió a jugar como volante por derecha, posición no gravita ni participa en el juego ofensivo del equipo.

En el segundo tiempo Argentinos se mostró más decidido en ataque para revertir su tendencia de equipo sin profundidad. Pero como Broun siguió igual de lejos, los locales fueron perdiendo paciencia a medida que pasaban los minutos.

El unipersonal de Caraglio en ataque obedecía a que el goleador carecía de compañía. Esto ocurría porque Núñez y Franzoia no se proyectaban y, por sobre todo, por el flojo nivel del Equi. Por eso el diez fue el primero el salir, y lo hizo para darle su lugar a Zelaya, con el propósito de componer una dupla en ataque con Caraglio. Aunque ninguno de los cambios sirvió para sacar el partido de la confusión general. Por eso lo más justo fue repartir los puntos, más aún con lo visto en el final, donde Caraglio y Pavlovich perdieron, de cabeza, su respectivo gol, en las dos mejores opciones de toda la tarde.