Colonia

Es bueno recordar las acciones heroicas de nuestro pasado, pero sin perder de vista las acechanzas del presente. Cuando Adam Smith escribió su obra titulada La riqueza de las naciones, demostró que la riqueza de las naciones está en el comercio. La Nación, el Estado, debe vender mucho, comprar poco y acumular metales preciosos, oro y plata, teoría que le dio a Inglaterra la llave para lograr el dominio universal a través de la división internacional del trabajo donde según ellos cada país debe producir lo que mejor está preparado para hacer. A la Argentina le cupió la denominación de país fisiócrata. Entonces al saturar sus mercados internos, las potencias industriales salieron a buscar en las colonias americanas la colocación de sus productos. En ese contexto histórico, el 20 de noviembre de 1845 se libró la batalla de la Vuelta de Obligado aunque los bloqueadores no lograron su objetivo de introducir sus manufacturas a cambio de nuestra producción primaria. Años más tarde, mediante la introducción en Argentina de un organismo importantísimo -la masonería- cuyo proyecto de dominación universal captó las mentes de los traidores locales de turno que ansiaban el poder, se transformó a la Argentina en una colonia inglesa durante casi un siglo.

Ricardo Carreño