2 Central: Broun (4); Bogino (4), Valentini (4), Braghieri (5), Martín García (4); Zarif (5), Paglialunga (5); Franzoia (4), Ezequiel González (7), Gervasio Núñez (4); Caraglio (6). DT: Gustavo Alfaro.

3 Tigre: Islas (5); Jerez (5), Paparatto (4), Blengio (4), Arruabarrena (4); Rusculleda (7), Castaño (8), Matías Giménez (6); Martín Morel (5); Altobelli (6), Luna (8) DT: Diego Cagna.

Goles: PT: 4m Caraglio (C), 11m Ezequiel González (C), 29m y 41m Luna (T). ST: 35m Lázzaro (T).

Cambios: ST: 26m Zelaya por Caraglio (C), Danelón por Gervasio Núñez (C) y Lázarro por Martín Morel (T), 34m Blanco por Blengio (T), 36m Vizcarra por Bogino (C) y Leyes por Altobeli (T).

Arbitro: Gustavo Bassi

Cancha: Rosario Central

Puede jugar con el último de la tabla o un candidato al título, que para Central es lo mismo. En el Gigante, el equipo de Gustavo Alfaro impone localía y saca ventajas, pero sólo por algunos minutos. Ya para el segundo tiempo, la visita le arrebata todo. Pasó con Independiente, que vino a riesgo de quedar último y se fue con tres puntos que lo sacaron del fondo, pasó con Lanús, aunque últimamente el granate le gana a todos, y sucedió con Tigre, ayer, donde ni siquiera alcanzó con sacar dos goles de diferencia para sostener el marcador. Central pierde seguido en Arroyito y ya no hace falta preguntar contra qué tipo de rival.

Para quien aspire a pelear el torneo, o necesite un triunfo para evitar caer en zona de descenso, no hay mejor ocasión que pasar por Arroyito a jugar con Central. La pasará mal la visita en los primeros minutos, como máximo en el primer tiempo, luego todo comenzará a encaminarse.

Como sucedió con Lanús e Independiente, Central salió decidido a ganar, en este caso para truncar los sueños de un Tigre con la ilusión de arañar la primera ubicación del torneo en el tramo definitorio. Corrían minutos, cuando a los de Victoria lo sorprendieron en el área, más precisamente Caraglio, quien se anticipó a todos en el primer palo y sacó un cabezazo, tras centro de Ezequiel González, para marcarle la primera mancha a Tigre.

Hasta los 25 minutos, Central no había hecho una sola infracción. No es que Central carecía de enjundía para marcar, ocurría que todo parecía bajo control. Hasta que Altobelli apareció sólo por derecha, y si bien su remate se fue desviado, el descuido defensivo del canaya era para tomar nota, por más que a los once minutos Ezequiel González dejó a su equipo en más cómoda posición (2-0), al escapar desde mitad de cancha con pelota al pie en soledad hacia Islas, a quien superó con toque al primer palo.

De los cuatro candidatos al título, Tigre es el conjunto con menos promedio de gol, y en Arroyito estaba comprometido a marcar tres para pensar en la punta. No iban bien las cosas en los dirigidos por Cagna. Pero como en fútbol alcanza con un pase para burlar a la mejor defensa, ni hablar si la que está enfrente es la de Central, la cual se olvidó de Luna en un pase cruzado de Castaño, y el punta se aprovechó de un Broun de andar cojo (jugó con fisura del dedo mayor del pie derecho) para descontar.

Aunque Central seguía ganando, ya nadie creía en un final de marcador semejante. Temores que se cristalizaron tiempo más, cuando Castaño, tras un tiro de esquina, pegó un cabezazo en el palo, rebote que Luna usufructuó con volea al fondo, para dejar al equipo de Victoria a un gol del triunfo.

Un Broun lleno de dudas en todas sus intervenciones tenía a Tigre a la expectativa del tercer tanto en cada avance. Más aún cuando pasaban los minutos y los canayas perdían fuerza. Se cansó Caraglio, dejaron de correr Zarif y Paglialunga, y los del fondo tenía poco aire. Fue así como pudo Altobelli pisar el área sin marca y tocarle la pelota a Lázzaro, quien se tomó el tiempo necesario para dominar y definir. Al final, en Arroyito, siempre ganan los mismos: el rival.