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Al asumir como entrenador de Central, ayer Leonardo Madelón se encontró con dos noticias inesperadas: a Luciano Figueroa y Emilio Zelaya se les detectaron sendas lesiones musculares. Lucho tiene una fibrosis que le impedirá jugar otros tres encuentros, al tiempo que al tucumano le esperan tres semanas de rehabilitación que le impedirán participar del clásico con Ñuls.

Figueroa cumplió ayer los 21 días de recuperación requeridos para un desgarro, lesión que sufrió el 8 de marzo ante Gimnasia. Pero como seguía con molestias, ayer el goleador se sometió a un estudio por imágenes donde se le detectó una fibrosis, síntoma que se produce cuando una ruptura muscular es mal curada, como habría ocurrido por la ansiedad del jugador por volver al campo de juego. Esta situación compromete el futuro en el club del médico Francisco Campillo, quien sólo le diagnosticó al jugador una contractura, negando la posibilidad de padecer una lesión. Y ahora Lucho tiene comprometida su participación en el clásico del 18 de abril.

Zelaya, en cambio, se desgarró el viernes ante Huracán en el aductor derecho, lesión que acusó a poco de iniciar el segundo tiempo y que lo obligó a pedir el cambio. El tucumano tiene por delante 21 días de rehabilitación, siendo baja entonces para los próximos cuatro partidos, puesto que la 13º fecha se jugará entre el martes y jueves de la semana siguiente.

Con este panorama Madelón empezará a probar desde hoy un equipo que sería con Galíndez; Danelón, Braghieri, Burdisso, Ambrosi; Chitzoff, Paglialunga, Núñez; Gómez; Gurrieri, Caraglio.