"Hagan de cuenta que me voy un mes y medio a la luna, no me esperen", fue la metáfora que pronunció Leonardo Madelón a su familia, en Buenos Aires, para explicar su viaje a la ciudad, donde desde ayer se puso al frente de Central. Ante el comprometido escenario del equipo en el promedio, el sucesor de Ariel Cuffaro Russo anticipó que "el hincha será el jugador más importante", y además se tomó tiempo para rescatar aciertos institucionales: "Cuando vine por primera vez el club tenía 14 mil socios. Y hoy hay más de 34 mil".

Horacio Usandizaga tomó ayer la última decisión de su gestión vinculada al fútbol profesional. Y para eso se decidió por culminar su ciclo de gobierno con aquel entrenador que dio inicio a su presidencia en el club: Leonardo Madelón. Primero fue un abrazo entre el Vasco y el ex jugador canaya, luego una recorrida por el predio de Arroyo Seco que no era propiedad de la entidad en su anterior paso como técnico y posteriormente llegaron las primeras declaraciones del flamante sucesor de Cuffaro. "El hincha es el jugador más importante para estas ocho finales que quedan", ponderó Madelón, en una conferencia de prensa donde se mostró seguro de su decisión de volver, y esperanzado en sacar al equipo de la zona de riesgo. "Más de uno debe pensar que estoy loco, pero creo que Central nos necesita a todos, y que estemos juntos. Tenemos pleno optimismo, aunque sea difícil la situación", sostuvo.

Similar panorama atravesó el club en mayo del año pasado, oportunidad en que el Vasco acudió a Miguel Russo. Pero diferente motivos que los de Russo fueron los que llevaron a Madelón a aceptar también el reto de jugar para no descender. "No vengo a buscar un contrato millonario, es un buen salario el que nos pagarán, y ojalá que sea con continuidad. Acá hay amor por el club, mucho orgullo y dignidad. Venimos para dejar a Central en Primera y realizar un proyecto que nos permita hacer del club una institución más grande. Hay que estar las 24 horas metidos. Estamos bien, con buenos contratos, se gana bien: ahora, hay que justificarlo", subrayó Madelón, en casi una declaración de principios.

"En verdad no había tenido ningún contacto con la dirigencia mientras estuvo Ariel (Cuffaro Russo). Hace poco me llamó mi hija llorando y diciendo que me estaban matando, y yo no había hablado con nadie. Recién se gestó todo cuando hablé con Manuel (Usandizaga) cerca de las tres de la tarde del sábado. Con Ariel está todo bien. El mismo me llamó el sábado para decirme que aceptara tranquilo si me ofrecían el cargo", aclaró el nuevo entrenador canaya.

"El hincha de Central es el jugador más importante que vamos a necesitar en estas ocho finales. Hay que llenar las bandejas que se nos den en cada cancha. Van a tener un papel importante, porque si el equipo flaquea, la gente lo va a sacar adelante", exhortó Madelón.