2 ÑULS: Villar (6); Gavilán (5), Aguirre (4), Spolli (5), Ré (5); Belluschi (6), Husain (5), Zapata (5), Peralta (4); Ortega (4), Scocco (5). DT: Nery Pumpido.

4 VELEZ: Sessa (6); Cubero (6), Pellegrino (6), Pellerano (6), Bustamante (6); Bustos (6), Somoza (8), Broggi (6); Gracián (6); Mauro Zárate (7), Ereros (6). DT: Miguel Russo.

Goles: PT: 16m Mauro Zárate (V) y 32m Spolli (Ñ). ST: 5m Somoza (V) de penal, 6m Ereros (V), 7m Scocco (Ñ) y 34m Somoza (V) de penal.

Cambios: ST: Desde el inicio Cejas por Gavilán (Ñ), 20m Sena por Broggi (V), 30m Steinert por Zapata (Ñ) y 31m Fernández por Ereros (V) y 54m Ocampo por Gracián (V).

Arbitro: Horacio Elizondo

Cancha: Coloso del Parque

Expulsado:ST: 10m Mauro Zárate (V).

Con condimentos propios de la añeja Libertadores, aquella donde los encuentros se jugaban también fuera de la cancha, Ñuls y Vélez armaron un partido electrizante, lleno de goles, penales, polémica y de extensas interrupciones. No faltó el zapatazo lanzado por los hinchas para el árbitro ni la visita de los barras locales al vestuario del equipo visitante con ambición intimidatoria. Pero el fútbol lo puso Vélez. Y sólo con fútbol se puede aspirar a grandes objetivos, aunque algunos no lo entiendan. Ahora la lepra necesita ganar por tres goles en Liniers para eliminar a Vélez.

El clima que latía en el Coloso del Parque representaba todo lo que había en juego. Y con el mismo fervor que bajaba de las tribunas se jugó dentro del campo de juego. Pero en la puja de fuerzas se impusieron los chicos de Liniers. No sólo por velocidad y dinámica. Vélez sacó ventajas con juego por el piso, pelota al pie, toque de primera y rotación.

Con Somoza moviéndose por el medio como patrón de estancia, y Gracían trasladando el balón de un lateral a otro, Ñuls se vio perdido en el campo de juego, y sin posibilidad de que Belluschi y Scocco entren en juego. Y con Vélez tocando la pelota a gusto, fue normal que se abriera el marcador. Pero, extrañamente, la conquista apareció por una genialidad de Mauro Zárate, que tras tirar dos amages dentro del área clavó la pelota en el ángulo izquierdo de Villar con un preciso derechazo.

Ñuls reacción con actitud, pero no con juego. No alcanzaba con correr y meter. Y todo se hacía más difícil con Ortega impreciso y Belluschi sin complicidad en sus compañeros para hacer productivas cada uno de sus arrestos individuales.

EL dominio de Vélez no volvió a lastimar a Villar por falta de definición en la visita. Ñuls, por el contrario, quedó resignado a una pelota parada. Y fue así como llegó a la igualdad: tiro libre de Peralta, rechazó la defensa, la tomó Ortega y lanzó un centro al área que Spolli llegó a cabecear para vulnerar a Sessa sobre su primer palo.

El segundo tiempo estuvo plagado de polémicas. Y desde el principio. Porque en el primer centro que cayó al área de Villar el árbitro cobró penal de Husain sobre Somoza. Y, desde los doce pasos, el volante de Vélez puso a la visita en ventaja. Acción seguida, Ñuls sacó del medio, la perdió rápidamente, contra de Zárate, centro al área y arremetida de Ereros sobre la línea para empujar ante un Villar desorientado.

La respuesta llegó de los pies de Belluschi, quien al minuto siguiente habilitó a Scocco en el área y, tras eludir a Sessa, definió con arco libre para descontar. El tanto hizo renacer las ilusiones. Pero el juego se interrumpió por siete minutos por los objetos que cayeron al campo de juego.

Tras la reanudación, Ñuls fue impotente. Incapaz de comprometer a Sessa. Y cuando Elizondo cobró un segundo penal para Vélez (mano de Peralta), que Somoza convirtió en el cuarto grito de los visitantes, el escenario se desfiguró. A Elizondo le tiraron una zapatilla y un par de hinchas ingresaron al campo de juego con intenciones de agredirlo. Aguirre y Villar contuvieron a los enardecidos simpatizantes. Y el juego terminó en escándalo. Pero los incidentes protagonizados por los hinchas no deben engañar: Vélez jugó para ser uno de los ocho mejores equipos de América.