Cuando Central sale de casa no juega a lo mismo. La imagen de equipo ganador y avasallante que despliega en el Gigante contrasta con la expresión tímida e insegura que muestra en otros estadios, como le pasó ante Gimnasia y Esgrima, Instituto, y ayer en Isidro Casanova, frente a Almirante Brown, donde en ningún momento corrió con la ambición que lo hace ante su gente. La frágil apuesta sucumbió al sufrir el segundo gol, a poco de comenzado el segundo tiempo, y desde entonces todo estuvo de más, porque jamás el auriazul logró intimidar al rival con su juego y por tal nunca se dudó del triunfo de la Fragata.

El juego de Central no crece al ritmo que avanza el torneo. Al menos en los últimos encuentros, con el paso de los partidos Central se estanca y no resuelve sus defecciones. Como ayer, donde la imposibilidad de encontrar juego dando pases llevó a Castillejos y Medina a no tener una sola ocasión clara de gol en toda la tarde.

Las oportunidades estuvieron en Almirante Brown, que edificó protagonismo en dos jugadores clave: Cisterna con su velocidad y José Luis García con su claridad para mover la pelota. Por eso no fue casual la buena coordinación colectiva que llevó al local a sacar diferencia antes de los diez minutos: recuperó Cisterna en medio, dio pase, y tras seis toques de primera apareció Ceballos para definir a la carrera, de derecha pisando el área mayor y sobre el primer palo de Manuel García.

Central nunca pudo hacer una jugada como aquella, tocando al pie y en velocidad. Porque Medina jugó más cerca del área, allí donde Central nunca llevaba la pelota, Carrizo no hizo de nexo con los delanteros, y Gómez no pudo asumir tantas responsabilidades ofensivas. Por lo cual todo se reducía a un pelota frontal de Méndez, que a la postre nunca se dio. Así el primer tiempo se fue con apenas un remate desviado de Gómez. Pizzi acudió a Salinas en el primer cambio. Pero la dificultad estaba en la elaboración de juego, no la ausencia de un referente de área. Entonces luego el técnico sumó al ataque a Biglieri, y más tarde elevó la apuesta con el ingreso de Monje. Pero nada cambio. Porque Central se mostró abatido ya cuando le marcaron el segundo gol, en preciso contragolpe.

Se escapó Cisterna por izquierda al recuperar una pelota en un corner a favor de Central, fue hasta el fondo, tocó atrás y la empujó Marrone. Quedaba por delante casi media hora de juego. Pero aquel tiempo solo sirvió para que el canaya termine de protagonizar su peor partido del año, carente incluso de impulso emocional para tratar de revertir con esfuerzo físico lo que no aparecía con pelota al pie.

El canaya perdió otra vez de visitante --acumula tres caídas y solo una victoria, ante Guillermo Brown--, derrota que lo aleja de los ascenso directos. Aunque el partido terminó con Castillejos marcando el descuento, de tiro penal, luego de que el árbitro viera una infracción sobre Salinas que no existió. El goleador de Central acertó en la definición. Pero la pelota quedó dentro del arco sin que nadie la fuera a buscar porque tras la ejecución el árbitro pitó el final.

2 Almirante Brown: Monasterio; León, Hernán Ortíz, Nievas, Garré; Marrone, Centurión, Olmedo, Cisterna; José Luis García, Ceballos. DT: Blas Giunta

1 Central: García; Ferrari, Lequi, Peppino, Rivarola; Carrizo, Méndez, Mozzo, Gómez; Medina, Castillejos. DT: Juan Antonio Pizzi

Goles: PT: 8m Ceballos (AB). ST: 8m Marrone (AB) y 45 Castillejos (C).

Cambios: ST: 5m Gutiérrez por Ceballos (AB), 12m Salinas por Carrizo (C), 20m Biglieri por Rivarola (C), 22m Gastón Giménez por Cisterna (AB), 29m Monje por Medina (C), 31m Chavarri por José Luis García (AB),

Arbitro: Alejandro Castro

Cancha: Almirante Brown.