Hasta un día antes del partido se produjeron atentados en la ciudad. Ayer a la madrugada le tocó a la tienda oficial que Ñuls posee en zona sur, en San Martín al 4700. Una bomba molotov explotó en el frente del comercio causando quemaduras a la persiana. A unos pasos del negocio se encontró una botella vacía con rastros de combustible. El hecho es el noveno en la seguidilla de ataques a sedes partidarias canayas y leprosas, en la antesala al partido de hoy. El titular del local contó que a las 5 de la mañana recibió un llamado desde la empresa que presta el servicio de alarma. Desde una moto habían arrojado una botella con nafta a la tienda. "Hace 5 días que duermo en el auto. Quieren hacer daño desde hace tiempo y los de seguridad lo evitan. Esto es horrible y no se lo deseo a nadie, estar sospechando todo el tiempo y esperando lo peor", explicó ayer Andrés, el dueño del comercio, en declaraciones al diario digital Rosario3.com.

El operativo de seguridad en el Gigante y alrededores comenzará a las 13. Se apostarán 500 policías y 120 agentes municipales, a fin de evitar incidentes. Otros 200 uniformados custodiarán distintos puntos de la ciudad, a través de cinco cámaras de seguridad se controlarán diversas zonas del barrio de Arroyito y se utilizará un helicóptero para patrullar desde el aire.

El estadio abrirá sus puertas a las 18, pero desde las 10 se pondrán adquirir localidades en las boleterías apostadas sobre calle Génova. A las 17, se interrumpirá la circulación vehicular en la intersección de las calles: avenida de los Trabajadores y Granel, Drago y Trabajadores, Leguizamón y Olivé, Juan B. Justo y Leguizamón, José Ingenieros y Drago, Almafuerte y Cordiviola, Avellaneda y Génova, Pedro Tuella y Almafuerte, Almafuerte y Avellaneda, Cordiviola y avenida de los Trabajadores y Avellaneda y Cándido Carballo.