Decir que un equipo está de racha puede sonar peyorativo, desmerecer virtudes, vincular los resultados con la suerte por sobre todas las cosas. Pero el azar no tiene lógica. Uno puede probar mil veces y el rival con un tiro encuentra el desvío pertinente para que el balón finalmente termine adentro después de una serie de fortuitas acciones. Nada de eso le pasa a Central, a pesar de que Central es un equipo en racha, que suma nueve victorias consecutivas. Y nada de eso ocurrió por acción de la providencia. Ayer, como tantas otras veces, el equipo de Miguel Russo se impuso ante Boca Unidos porque fue superior en todo. Con este Central los rivales hacen lo que pueden, que generalmente es poco, aunque parezca poco lo que dice la síntesis del partido: que Central ganó por 1 a 0 por un penal convertido por Hernán Encina. Como ocurrió la semana pasada en Junín, donde también hizo daño desde los doce pasos para ganar, en un partido que solo podía tener como ganador a los canayas. Y esta nueva victoria dejó a los de Arroyito como únicos punteros, al sacarle un punto de ventaja a Olimpo, que ayer perdió con Defensa y Justicia.

En verdad, Central es un equipo que se toma su tiempo para jugar los partidos, pero en ese pensar y buscar mantiene a los adversarios atados en posición defensiva, un poco por el dominio de la pelota que asume el canaya y otro por la cantidad de balones que recupera en el medio. Entonces lo que puso hacer Boca Unidos ayer fue solo intentar jugar de contragolpe, tirándolo el balón para Núñez, o apostando a las pelotas parados.

Pero el primer tiempo se fue con poco para destacar, más que con la comodidad que juega Caranta. Un cabezazo de Medina a las manos de Sessa, otro alto de Toledo y un remate sin dirección de Lagos fue todo lo de Central en ataque, en jugadas que generalmente tenían inicio en algún desborde de Medina. Mientras que los correntinos se fueron al descanso con un tiro de mediavuelta de Israilevich como única acción de ataque.

De la misma manera se jugó en el segundo tiempo: con casi todo Central en campo de Boca Unidos y casi todo Boca Unidos en su propio campo. Pero no fue un desborde de Medina ni un cabezazo lo que allanó el camino al gol, sino una torpeza de Sessa, el entregarle la pelota a Toledo tras fallida patada desde abajo en saque de meta. Toledo corrió recto, lo bajó Pérez y Encina marcó de penal con definición calcada a la realizada ante Sarmiento de Junín.

El partido tuvo intermitencias en su desarrollo, por los fuegos artificiales de la barra, y se prolongó hasta los 55 minutos del complemento. Pero se hubieran podido jugar otros 90 minutos, que Boca Unidos no le iba a conocer la cara de Caranta. Es que el encuentro siguió con su desarrollo sin que la visita pudiera contrarrestar al desempeño del local, en todas sus facetas, principalmente en la defensiva.

Con cierta abulia, sin mayores temores, se jugó el tramo final, allí donde los correntinos solo tuvieron ilusión por el empate con un remate cruzado y desviado de Martín García pisando el área mayor. Nadie creyó en que Boca Unidos podía quitarle algo a Central. El miedo en el Gigante era que se cayera encima el gris plomizo que tiñó todo el cielo, en amenaza de tormenta, mientras Bareiro corría de aquí para allá, denodadamente, buscando su gol, en los 15 minutos que le tocó jugar. Pero al fin el canaya ganó otra vez sin dejar duda alguna sobre el campo de juego. Y por eso está de racha.

1 Central: Caranta (6); Ferrari (5), Peppino (5), Valentini (6), Delgado (5); Encina (6), Méndez (5), Domínguez (6), Lagos (5); Medina (6), Toledo (5). DT: Miguel Russo.

0 Boca Unidos: Sessa (4); Gómez (5), Manchot (5), Pérez (5), Baroni (5); Israilevich (6), Quinteros (4), Sanchez Paredes (4), Galarza (4); Strillevsky (4), Núñez (4). DT: Claudio Ubeda.

Goles: ST: 25m Encina (C) de penal.

Cambios: ST: 16m Carrizo por Lagos (C), 17m Matías García por Strillevsky (B), 27m Villanueva por Quinteros (B), 33m Bareiro por Toledo (C), 38m Bastianini por Israilevich (B) y 49m Becker por Medina (C).

Arbitro: Fernando Rapallini

Cancha: Central