Un desdibujado Newell's fue claramente superado por River. No hubo excusas en la noche del Monumental para una derrota merecida. El local fue superior al rojinegro, que nunca le encontró la vuelta al partido. La rotación castiga el rendimiento del equipo de Berti y merma las respuestas físicas. Bernardi y Ortiz se lesionaron y son duda para el clásico ante Central.

Newell's entró a la cancha a hacer lo que no sabe hacer. Esperó con mucha cautela en su campo y antes de los diez minutos River ya lo había castigado con un gol. El desacierto de Berti de no plantarse de igual a igual en el Monumental fue percibido rápidamente por el local, que, dulce por haber vencido a Boca, lo atropelló sin indecisiones. Villalva dribleó por derecha, la cruzó para Rojas, que tocó para Cavenaghi, quien remató a la cara de Guzmán. El rebote le quedó a Carbonero, que muy cómodo marcó el primero.

River atacaba de manera indistinta y acertada por ambas bandas. Así le truncaba la carrera a Cáceres y Casco, por lo que la lepra no tenía salida y solo se limitaba a defenderse como podía. Como pocas veces, se veía como un equipo desdibujado que corría tras el dominio del rival. Guzmán le tapó el segundo a Cavenaghi y en la contra Muñoz dilapidó una chance muy clara. Fue la primera de la lepra, pero fue producto de una acción aislada. Obligados por River, los de Berti recurrían al pelotazo como vía de aproximación a Barovero.

Sobre la media hora cesó el asedio del local. Newell's pudo tomar un poco de aire y distribuir la pelota con mayor comodidad, aunque no mucha. Así se encontró con fallas evidentes en la defensa de River. La lepra avanzaba por derecha, Cáceres se soltaba y asociaba con Orzán, que intentaba con dificultades concretar más sumas que restas. Al margen de la tibieza rojinegra, la solidez no caracterizaba al millonario. Pero Ponce, en soledad, no paraba de chocar y Castro no acompañaba. El combo negativo se completó con la salida por lesión de Bernardi, ahora duda para el clásico.

En el inicio del epílogo se profundizó la tendencia de los últimos quince minutos del primer tiempo. Trezeguet saltó a la cancha y le dio al equipo todo el peso ofensivo que no había mostrado. Newell's era otro, pero también lo era River, que ya no era dominador y comenzaba a sentir el gasto de la etapa anterior. El local se replegaba y elegía la contra como recurso de ataque. La lepra se amigaba con la pelota, aunque fallaba en la conducción con un Banega que nunca terminaba de ponerse el traje de líder de la remontada.

El del jugador de la selección es un caso muy particular. Si bien es uno de los que más minutos sumó en lo que va de la doble competencia, aún no dio todo lo que se esperaba de él. El equipo demandaba su protagonismo, lo necesitaba, pero el volante no terminaba de ocupar su lugar. Con el correr de los minutos y sobre todo con las acertadas modificaciones de Díaz, Newell's perdió parte de todo lo que había ganado. Mantuvo la tenencia, pero el juego se tornó más trabado y luchado. River, aunque agazapado, salió a pelearlo.

1 River: Barovero; Mercado, Maidana, Balanta, Vangioni; Carbonero, Ledesma, Rojas; Lanzini; Villalva, Cavenaghi. DT: Ramón Díaz

0 Newell's: Guzmán; Cáceres, Ortiz, López, Casco; Orzán, Villalba, Bernardi; Muñoz, Ponce, Castro. DT: Alfredo Berti

Goles: PT 7m Carbonero (R)

Cambios: PT 31m Banega por Bernardi (N), ST Desde el inicio Trezeguet por Ponce (N), 20m Kranevitter por Ledesma (R), 21m Gutiérrez por Cavenaghi (R), 28m Tonso por Castro (N), 30m Funes Mori por Rojas (R)

Arbitro: Juan Pablo Pompei

Cancha: Monumental