Américo Gallego volvió a calzarse la ropa rojinegra ayer a la mañana, en el predio de Bella Vista, en el inicio de la pretemporada. El Tolo, de buen ánimo, fue presentado ante el plantel por el presidente Guillermo Lorente y rápidamente ordenó una serie de ejercicios, monitoreados por el preparador físico Rubén Olivera. A la espera de más refuerzos, el entrenador solo contó con la presencia de una cara nueva: la del arquero Luciano Pocrnjic, que se convertirá en una alternativa al titular Oscar Ustari. El volante Diego Mateo y el defensor Víctor López, que entrenaron de forma diferenciada en el gimnasio del predio.

Más viejo, con menos cantidad de pelos, pero con las ilusiones renovadas por el solo hecho de regresar a dirigir al club que sacó campeón en 2004. Así está Gallego, aunque sabe --claro-- que para al menos asemejar aquella consagración precisa reforzar el plantel. Si bien hasta el momento solo se perdió a Lucas Bernardi por retiro, el entrenador leproso sabe que el lateral Milton Casco y el delantero Ezequiel Ponce tienen chances de emigrar. Y para equilibrar el potencial del grupo, la dirigencia gestiona la llegada del central Nehuén Paz y los volantes Hernán Bernardello y Brian Sarmiento, aunque las operaciones no aparecen sencillas. La del ex jugador del club depende de qué pueda convencer a los directivos de Cruz Azul de México, dueños de su pase.

La práctica de ayer se dividió en dos grupos. Uno trotó alrededor de las canchas y el otro realizó ejercicios, a lo largo de varias series. Hoy el plantel trabajará en doble turno y el 12 de enero viajará a Necochea, donde permanecerá hasta el día 23, para intensificar las tareas. De los 37 futbolistas que entrenaron, Gallego decidió sumar cinco juveniles al equipo profesional: Joel Ghirardello (19 años), Denis Rodríguez (18), Daniel Mancini (18), Joaquín Torres (17) y Héctor Fertoli (20).