El regreso de los hinchas visitantes al fútbol argentino --se permite en solo dos partidos por fecha-- tendrá mañana una prueba de exigencia para los organismos de seguridad, en su propósito que en 2016 todas las canchas de Primera reciban a las dos parcialidades. Porque más de seis mil hinchas de Newell's adquirieron entradas para movilizarse al Estadio Unico, donde la Lepra visitará a Estudiantes, cuando aún están latentes los enfrentamientos que libraron los barras meses atrás por el mando de la tribuna leprosa. No hubo cambio de liderazgo en la barra del parque Independencia, pero la Justicia avanzó en las investigaciones y los violentos que pugnaban por las riendas de la popular dejaron a un lado los ataques con armas de fuego. Tampoco hay intimidaciones en las redes sociales, o mensajes amenazantes, pero las partes se vigilan uno a otro, sacándose fotos e identificando vehículos en que se movilizan. "La barra se ha fortalecido, está unida, y va demostrar su mando en La Plata, desplegando un festival de banderas", aseguró a este diario uno de los líderes de la barra rojinegra.

En abril pasado --ver edición del 13 de abril-- estalló la interna en la barra de Newell's, con Leo y Al Pacino rompiendo filas y reclamando por el mando de la tribuna, que tiene como referente a Diego El Panadero Ochoa. El enfrentamiento a tiros entre los leales a Ochoa y lo rebeldes --ver edición del 26 de abril-- se produjo en momentos que Ochoa, detenido desde 2013 por el asesinato del Maximiliano "El hijo del Quemado" Rodríguez, se encontraba incomunicado, sin recibir visitas y en una celda "buzón", como se las denomina por su severo aislamiento.

Cuando Ochoa fue trasladado y recuperó comunicación con el exterior, incluso recibiendo visitas, los ataques entre los barras cesaron. Al mismo tiempo, la Justicia, por medio del fiscal Rafael Coria, avanzó en las investigaciones, recibiendo datos relevantes sobre los ataques, cercando a los apuntados por uno y otro lado.

Los señalados de ser los autores intelectuales de los ataques con armas de fuego a Nelson "El Chivo" Saravia, al frente de la barra con Ochoa detenido, y su hermano José, son Leo y Al Pacino. Los barras fieles a Ochoa detectaron la presencia de Leo en Paraguay durante mayo, junio y julio, mientras que Al Pacino lo ubicaron recientemente en el lanzamiento del movimiento opositor 1974 que tiene como referente a Ariel Moresco. Al Pacino cayó para "marcar presencia", sin invitación, y fue detectado por barras de Ochoa, lo que generó una situación de tensión, pero que no pasó de los insultos.

Días atrás, Al Pacino chocó con su auto a pocas cuadras de la vivienda del Chivo Saravia, y por temor a ser visto por los barras, dejó el vehículo abandonado, se lo pudo a salvo la policía, y luego lo recuperó en la Comisaría 19.

Los rebeldes no volvieron a la cancha con el reinicio del fútbol, pero Leo retornó de Paraguay e hizo saber a uno de los barras fieles, a quien visitó en el comercio que atiende en pleno centro de la ciudad, que "se baja de tribuna". Los hombres de Saravia no aceptaron el mensaje conciliador: "La bronca está latente".

La interna por la puja de poder hizo cambiar hábitos en la barra de Newell's. Los referentes "ahora no son más de 20" y la distribición de entradas, que anteriormente estaba en potestad de Leo, se hace con mayor control: "Tenemos indentificado a cada uno que se mete en la barra, sabemos de dónde viene y a quién respende", aseguró uno de los líderes de la hinchada.

La ocasión de acompañar al equipo a La Plata encuentra a la barra de Newell's con la oportunidad de hacer una demostración de fuerza. "Para lo giles que quieren entrar a los tiros porque los manda la policía. Para ellos, que el lunes vean lo que se va a hacer ante Estudiantes", adviritió un barra rojinegro.

La barra se movilizará en micros a La Plata y montará en las tribunas del Estadio Unico "un festival de banderas". "Vamos a llevar todas las banderas, hasta el telón más grande. Vamos a llevar más de ocho mil personas", prometen.

La movilización rojinegra estará celosamente observada por los organismos de seguridad de la provincia de Buenos Aires y las autoridades judiciales que investigan la puja de poder en la barra rojinegra.