La historia es una más de crónica de la violencia cotidiana en Rosario. Un joven de 15 años apareció asesinado y comenzó la investigación. Luego aparecieron testigos que aseguraron ver que el que disparaba era un taxista que había sido asaltado por el pibe. Ayer, personal de la Policía de Investigaciones detuvo a un taxista de 38 años sospechado de haber asesinado a balazos el pasado domingo a Brian Aguirre, luego de un presunto intento de robo que está siendo investigado.

Con una orden de detención emanada por el fiscal de Homicidios Adrián Spelta, personal policial se apostó en imediaciones del domicilio del sospechoso, en la zona de las Cuatro Plazas. Pero por datos aportados por testigos, y tras un amplio operativo, se logró detener en Cullen y San Lorenzo a Enrique Ramón R., de 38 años, quien fue puesto a disposición de la Fiscalía, desde donde se ordenó que continuara detenido. Se informó además que en los próximos días se realizará la audiencia imputativa correspondiente.

El hecho que terminó con la muerte de Brian Aguire se produjo en la madrugada del domingo 20 del corriente en la zona de Gustavo Cochet y Donado, cuando el muchacho -junto a otras tres personas- habrían intentado asaltar al taxista y, al retirarse, éste habría efectuado varios disparos, tres de los cuales terminaron con la vida del muchacho.

Al respecto, el fiscal Spelta hizo declaraciones y señaló que "hay varias hipótesis, pero la más fuerte es la que (sostiene que) a raíz de un abordaje al taxi, el conductor del taxi en el momento en el que se retiraron (los jóvenes) extrajo un arma calibre 38 y realizó una serie de disparos contra los ocupantes del taxi, ocasionándole la muerte a uno de ellos al que lo alcanzaron dos impactos".

El viernes por la tarde, la policía había detenido también a un joven que atacó a piedrazos a un taxi. Resultó ser el hermano del chico muerto y la escena parecía de venganza. El chofer del taxi aseguraba que el ataque fue porque pretendía asaltarlo.

Los taxistas habían opinado durante la semana que "nada justifica una muerte" pero se preguntaban "¿hasta cuándo tenemos que soportar salir indefensos a la calle porque la policía no nos cuida?". Mario Cesa de Atti explicó que los choferes "estamos totalmente expuestos al robo en todo momento y en cualquier lugar de la ciudad. Ya no sabemos de qué manera reclamar para que entiendan lo que nos pasa".

Cada asalto a un taxi originó en los últimos tiempos numerosas reuniones con jefes policiales y funcionarios de la provincia. Se implementaron los corredores seguros, se sumaron medidas desde el Concejo Municipal, pero nada parece haber dado los resultados esperados. Lo choferes esquivan determinadas zonas y no ingresan a otras barriadas, pero aseguran que "ya no podemos circular con traquilidad por la noche prácticamente en ninguna zona de la ciudad de Rosario".

También desde el Sindicato de Peones de Taxis advirtieron que "cosas como estas" (el crimen del chico baleado por un chofer) "lamentablemente van a volver a pasar porque si bien son una tragedia y ningún taxista debería andar armado, la realidad está tan dura que ya nadie va a querer salir a circular totalmente indefenso", señalaron los gremialistas del sector.