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3 Central: García; Salazar, Donatti, Pinola, Villagra; Montoya, Musto, Fernández; Lo Celso; Herrera, Larrondo. DT: Eduardo Coudet.
3 River: Barovero; Mercado, Maidana, Mammana, Vangioni; Viudez, Ponzio, Domingo, Martínez; Mora, Alario. DT: Marcelo Gallardo.
Goles: PT: 5m Alario (R), 13m Herrera (C), 27m Mora (R), ST: 17m Larrondo e/c (R), 29m Larrondo (C), 45m + 5 Larrondo (C).
Cambios: PT: 32m Aguirre por Fernández (C), ST: Desde el inicio Casco por Mercado (R), 10m Colman por Montoya (C), 16m Mayada por Viudez (R), 18m Arzura por Ponzio (R), 43m Cervi por Villagra (C).
Arbitro: Mauro Vigliano.
Cancha: Gigante de Arroyito.

Otra muestra de grandeza y madurez completó Central anoche al empatarle en tres a River, luego de ir dos goles abajo en el marcador. El partido fue esquivo para el Canaya, que no alcanzó su mejor juego al ser bien controlado por el Millonario, pero en apenas veinte minutos llegó a la igualdad gracias a dos tantos convertidos por Larrondo. Los de Coudet quedaron junto a San Lorenzo en la cima de la Zona. El jueves debutarán en la Libertadores frente a Nacional de Uruguay.

Extraño fue el comienzo del partido para el Canaya. Extraño porque el equipo de Coudet se acostumbró a imponer su juego desde el vestuario, a mostrar sus cartas sin complejos en cualquier cancha. Pero ante River sufrió un inesperado gol a los 5 minutos del primer tiempo, cuando Alario conectó un gran cabezazo y García tuvo una respuesta débil. Pero lejos de caerse anímicamente, Central no perdió de vista su horizonte. A los 13', Larrondo asistió a Herrera y el delantero definió con categoría. El partido era intenso, de alto vuelo, el local proponía y la visita no se achicaba.

El mediocampo era solo una zona de tránsito, los dos la atravesaban con rapidez y buena técnica. Pero el Canaya se agrandó con la igualdad y empezó a soltar a los laterales Salazar y Villagra de manera criteriosa para aumentar la cantidad de jugadores en ataque. Sucumbió River, pero resistió y en la primera respuesta consiguió la segunda ventaja. Falló Pinola, Viudez se la robó, tocó a Alario, que se la pasó a Mora y gol. El uruguayo se desmarcó y definió al segundo palo de García.

Central se desdibujó como pocas veces se recuerde. River le cortó los circuitos. Impreciso, el Canaya se limitó a los centros frontales infructuosos para Larrondo y Herrera. Con el local golpeado, River, mucho más cómodo, estuvo cerca de ampliar la diferencia, Alario y Mora fueron incontenibles para la defensa auriazul.

El inicio del epílogo careció de toda la intensidad que tuvo la primera etapa. Se jugó a lo que River quería, que bajó el ritmo y procuró con inteligencia defender con la pelota en los pies. Lo logró en gran parte gracias a que Central no encontraba su juego. Al Canaya le faltaba la velocidad y precisión que lo caracteriza y su idea se reducía a meras intenciones. Mejoró levemente luego del cambio cantado de Colman por Montoya, pero unos minutos después el azar jugó para los de la Banda. Alario, el mejor de la noche, cabeceó un centro, y Larrondo la metió en su propio arco cuando intentaba despejar.

La ausencia de Ruben por lesión le hizo perder peso ofensivo al equipo y Lo Celso y Colman no cumplían su rol de creadores. Pero el Gigante despertó de la mano de Larrondo, que conectó de cabeza al gol y remedió su tanto en contra.

Coudet se jugó todo. Mandó a Cervi por Villagra. Donatti se quedó de delantero. Y apareció el mejor Central. El que arrinconó a River, que solo se dedicó a aguantar. Y de tanto ir, llegó el empate, casi heroico. El nueve Donatti se la bajó al otro nueve Larrondo, quien se redimió del todo e hizo delirar al Gigante. El Canaya llegó a la igualdad en tres, luego de estar dos goles abajo en el marcador, para coronar otra demostración de lo grande que es este plantel. Central está para grandes cosas, ayer no ganó, pero lo rubricó con una remontada inolvidable.