El clásico, que se jugará el domingo a partir de las 14 en el Gigante de Arroyito, requerirá de un amplio operativo de seguridad. Por tal motivo, unos 1200 policías vigilarán los movimientos de los simpatizantes para que no ocurran desmanes en el estadio y sus alrededores. El encargado de brindar ayer los detalles del operativo fue el sub jefe de la Unidad Regional II, Ricardo Ruiz, quien explicó que "desde el mediodía del sábado se comenzará con el control afuera de la cancha". En tanto, el subsecretario de Seguridad provincial, Gustavo Peters, manifestó que apoyarán a los clubes si deciden aplicar el derecho de admisión para evitar el ingreso de barrabravas a las canchas.

Ruiz indicó que el sábado comenzarán a instalarse los vallados para dividir y cortar Avellaneda y cuatro calles de la intersección con Génova, hasta Silva. En tanto, desde las 8 del domingo, ya se estarán apostando los efectivos que cuidarán el ingreso y el interior del estadio. Según Ruíz, la idea es inspeccionar todos los recovecos, y además se clausurarán las puertas "para que la Brigada de Explosivos haga su trabajo".

Los destrozos originados por los hinchas de Ñuls el año pasado a la salida del Gigante debería servir de medida para que las fuerzas policiales eviten que los hechos de vandalismo contra comercios y propiedades vecinas se repitan. En este sentido, los encargados del operativo dispusieron que las tropas de Unidades Especiales controlen los negocios en cercanías del estadio, prohibiendo el expendio de bebidas alcohólicas en kioscos, almacenes y despensas.

A las 9.30 del domingo instalarán el vallado y cortará algunas calles. Avellaneda interrumpirá la circulación a la altura de la avenida de las Tres Vías Cándido Carballo, para el sur; para el norte, en la intersección de ese bulevar con el Parque Alem. Mientras que Génova retomará la circulación de vehículos recién en Ferreira. A las 10.30, se sumarán más efectivos en los sectores de puertas y a las 11.30 las brigadas controlarán el ingreso a la cancha.

Mientras en Buenos Aires continúan los debates acerca del derecho de admisión que deberían aplicar los clubes para impedir el ingreso de los barrabravas a los estadios, el subsecretario Peters dijo que la provincia apoyará la aplicación de la norma para los partidos de fútbol, e inclusive manifestó que podrían empezar a ponerlo en práctica el próximo domingo cuando se juegue el clásico.

Peters, en declaraciones radiales, explicó que la decisión sobre el derecho de admisión corresponde a los clubes, que deben elaborar un listado con las personas a las que se impediría el ingreso. "Si ellos lo hacen, nosotros vamos a estar con el apoyo del Estado", afirmó, lo que debería traducirse en que la policía se encargará de que, justamente, las personas incluidas en ese listado no ingresen al estadio.

El funcionario justificó que se destinen cerca de 1.200 policías para que se ocupen de la seguridad en el clásico, al decir que "todos sabemos el clima de violencia que se vive y es necesario realizar prevención". Para Peters habría que aplicar una de las herramientas importantes para detener la violencia en el fútbol: la quita de puntos, algo que la AFA dejó de aplicar hace tiempo.