La relación entre medios de comunicación y los clubes de fútbol de la ciudad entregó ayer una prueba más del estrecho vínculo que los une. Aunque el libreto es muy similar al conocido meses atrás con el despido de Leonardo Astrada de Central, lo novedad aparecida en la desvinculación de Néstor Gorosito de la dirección técnica de Arroyito es que el entrenador no tuvo pruritos en referirse al acuerdo implícito que une a dirigentes con empresarios de medios. "Los dirigentes están teniendo demasiadas presiones", asumió, con tono comprensivo, el ex técnico canaya. "Mantuvimos principios y en algunas cuestiones eso nos trajo problemas. No tuvimos concesiones con algunos jugadores que representan a un grupo empresario y eso te genera enemistades. Y como el grupo maneja los medios, entonces se hizo muy difícil seguir", analizó Gorosito en su última conferencia de prensa como empleado auriazul.

El destino le tenía asignado el mismo final que encontró, abruptamente, Leonardo Astrada a mediados de 2006. Néstor Gorosito debió alejarse del club por "las presiones" a las que son objeto los dirigentes. Y como los conductores institucionales de Arroyito no dudan en acatar las sugerencias externas, una vez más Central se quedó sin entrenador e incapacitado de plasmar, de una vez por todas, un proyecto deportivo con algún grado de seriedad.

"Los dirigentes están teniendo demasiadas presiones y piensan que es lo mejor para la institución. En agradecimiento por haber tenido una muy buena relación con los dirigentes y el plantel, por lo menos es lo que sentimos de parte nuestra, nos vamos del club", explicó Gorosito. Aunque luego apuntó: "Nosotros no teníamos inconvenientes en seguir, pero no queríamos perjudicar al grupo. Uno le toma mucho cariño a los jugadores y en nuestra mente no está perjudicar a nadie. Lo mejor era tratar de tener una salida concensuada".

En el plano deportivo, las dos derrotas sufridas en las últimas fechas no son las verdades causales de su desvinculación. Y Gorosito no tuvo problemas en disipar las dudas que generó su salida de Arroyito. "Hay demasiadas presiones y uno no transa en diferentes situaciones. Mantenemos principios y a veces eso te cuesta cosas. Como cuerpo técnico no agachamos la cabeza", subrayó Pipo. "En su momento --abundó el entrenador-- lo más fácil hubiese sido dejar el cargo en enero porque no estaban dadas las circunstancias. Pero uno se encariña mucho con los jugadores y éste es un club que atrapa mucho. Uno siempre tiene la esperanza de lograr cosas buenas en un fútbol tan parejo. Pero han pasado cosas que nosotros sabíamos que podían pasar. Por nuestra forma de ser no pensamos en si alguien nos puede defraudar. Nosotros no defraudamos. Allá cada uno con su verdad o falsedad. Podemos mirar a todo el mundo a los ojos y no tenemos que andar escondiéndonos".

Luego Gorosito profundizó conceptos: "Mantuvimos principios y en algunas cuestiones eso nos trajo problemas. No tener concesiones con algunos jugadores que representan a un grupo empresario te genera enemistades. El grupo maneja los medios, entonces se hace muy difícil. Por ejemplo, el otro día después de que perdemos (ante Independiente) sacan una columna (encuesta) con el porcentaje de la gente que no estaba de acuerdo (diario La Capital). Si lo hubiesen hecho en el partido con Ñuls, o después de ganar el primer partido y empatar en cancha de Boca, no te digo que iba a ser un vuelco total, pero es otra la tendencia. O por ahí marcan que tal jugador se fue a tal equipo, pero cuando le rescinden el contrato a los 20 días no sale nada porque el jugador es del grupo. Entonces los periodistas de ese medio también están presionados para escribir o hacer algunas cosas. Uno sabe que esto es así, pero nosotros no agachamos la cabeza ante nada".

En cuanto a su proceso como profesional, Gorosito valoró que "se vendieron jugadores por más de 10 millones de dólares". "Seguramente se cometieron equivocaciones, pero yo le encuentro muchas cosas positivas al ciclo. Fue un enriquecimiento muy importante trabajar en Central. Cuando jugamos de visitantes no lo sentimos así y estamos muy agradecidos a todos. Creemos que no mentimos y trabajamos. No ser tan político a veces genera roces, pero uno es así", añadió el ex jugador de San Lorenzo.

Por último, Gorosito asumió que "no es normal cómo se trabaja en Central" debido a las presiones que sufren los dirigentes. "Pero es una cosa que yo no puedo cambiar porque no tengo las herramientas para solucionarlas", se lamentó.