Luego de que le cerrarán la puerta en la cara a Pablo Scarabino en su intento de retomar la presidencia de Central, Rosario/12 buscó la explicación de quien, por jerarquía de cargo, ostenta la mayor responsabilidad en la actual conducción canaya. Ese hombre es Juan Dalbes, quien ejerce la presidencia hasta que Scarabino retome funciones. Sus palabras no arrojaron luz sobre la aguda crisis auriazul. Pero en el diálogo reproducido a continuación, que fue concluido abruptamente por el directivo, se pueden encontrar claras razones de por qué Central padece este doloroso presente.

--¿Por qué motivo le rechazaron a Scarabino su regreso a la función de dirigente?

--No es que le rechazamos el ingreso al club. El hace una conferencia de prensa y emite unos volantes (fotocopia del acta Nº 9 y comunicado de prensa donde explica el fin de su silencio) que la Comisión Directiva considera injusto (sic) porque está en cumplimiento de una licencia que se acordó entre partes. Entonces esto entra en un tribunal de disciplina y por el momento está suspendido como socio. Ahora el tribunal determinará si esta decisión corresponde o no. Y de ahí repararemos las conclusiones (sic) de lo hecho.

--¿Quiénes componen el tribunal de disciplina al que usted se refiere?

--Bueno (silencio)... los abogados del club, los que van a tomar las medidas sobre toda la documentación que hay.

--¿Pero Scarabino no tiene facultades para dar concluida su licencia cuando lo crea conveniente?

--No, porque firmó ese mensaje (sic), que era de 180 días de licencia como mínimo. Entonces tenía que haber acatado esa orden, pero al estar en los medios y esas cosas más, la comisión en pleno le dio otro tanto (por la extensión de licencia).

--¿Ustedes tienen herramientas para disponer arbitrariamente la extensión de la licencia?

--Sí, sí señor, estamos facultados para eso.

--¿Y sin la necesidad de que Scarabino de su consentimiento bajo firma?

--Bueno, eh...(silencio) eso tendrías que preguntarle a la parte legal, no estoy en ese tema. Pero si tomaron esa medida la parte legal es porque corresponde, no es que uno está en contra de alguien.

--No se entiende cuál es el problema entre Scarabino y el resto de la dirigencia. Verdaderamente, ¿qué diferencias mantienen con el presidente?

--Se han tomado medidas. El acusa que quiere renunciar, no se le acepta, se le da una licencia de 180 días que él no cumple y ahí se produce los cortocircuitos. Ese es el tema. Pero es una etapa que hemos superado.

--¿Tan grave es su decisión de no completar la licencia de seis meses?

--Mirá, eso es una decisión de la Comisión Directiva, no de Juan Dalbes. Juan Dalbes es amigo de Pablo (Scarabino), o sea que yo expongo hasta donde puedo. Acá somos 18 personas y si todos opinamos lo mismo, es poco lo que tenemos que hablar, ¿no?

--¿Y en lo personal, como amigo de Scarabino, qué piensa de esta situación?

--En lo personal me parece que se apresuró un poco, porque ese día (por el jueves) habló conmigo a la mañana y no me dijo absolutamente nada. Me dijo de conversar y no había problemas. Yo estaba terminando una licitación muy grande de mi empresa y bueno, le dije que no podía durante la mañana. No sabía que había hecho una conferencia de prensa, ni absolutamente nada. Quedamos, en un acto de caballeros, de hablar, pero después me entero al mediodía de lo que pasó, cuando me llaman mis pares a una reunión urgente a las tres de la tarde, que fue cuando se decide que ante la gravedad de los hechos se la iba a aplicar una sanción como la suspensión provisoria, hasta que se termine. Mirá, tengo problemas con el agua y me esta parando la policía. Creo que ya hemos charlado del temita (cortó la comunicación).