DEPORTES › LA LEPRA GANO UN CLÁSICO ENTRETENIDO Y EMOTIVO GRACIAS A SU GOLEADOR Y SU ARQUERO
El equipo de Marini lo buscó desde el arranque. No tuvo vuelo, pero le sobró decisión. Tras un par de tapadas de Alvarez, Cardozo desniveló en exquisita definición. Villar le atajó un penal al Kily, y en el rebote Belloso se perdió de manera increíble el empate. Raldes fue la figura de un Central que no le encontró nunca la vuelta al partido.
› Por Claudio Socolsky
ÑULS (1): Villar (7); Aguirre (5), Spolli (7), Ré (6); Araujo (5), Zapata (6), Bernardello (5), Lucero (5); Arrieta (5); Cejas (6), Cardozo (8). Técnico: Pablo Marini.
CENTRAL (0): Alvarez (7); Moreira (5), Raldes (7), Azconzábal (5), Garce (5); Rios (5), Ledesma (6), Gonzalez (5), D. Díaz (4), Di Maria (5); Belloso (5). DT: Carlos Ischia
Gol: 23' Cardozo (Ñ)
Cambios: ST: Desde el inicio, Caraglio (4) por Diaz (C); 20' Miramontes por Arrieta (Ñ); 34' A. Díaz por Moreira (C); 37' Peralta por Lucero (Ñ); 42' Pérez por Cejas (Ñ).
Incidencias. ST: 32' Villar (Ñ) atajó un penal a Cristian González (C).
Arbitro: Rafael Furchi (Bien)
Cancha: Coloso del Parque.
Apuntalado por sus extremos paraguayos -Cardozo con el gol y Villar, atajándole el penal al Kily González- sumado a la actitud que tuvo el equipo durante los 90 minutos, Ñuls derrotó a Central 1 a 0. Los rojinegros hicieron los méritos suficientes en el primer tiempo para irse en ventaja, pero la sólida actuación de Christian Alvarez les impidió concretar las ocasiones creadas. En la segunda mitad, Central tomó mejor las marcas y equilibró las acciones. Pero Ñuls cuenta con un delantero temible, como Tacuara, que en la primera clara que tuvo sentenció al arquero canaya. Después, y para ponerle algo de suspenso a un clásico muy correcto, y que contó con un buen arbitraje de Rafael Furchi, una brillante maniobra de Ronald Raldes, al que tumbaron en el área, le otorgó a Central la chance menos pensada, pero apareció Villar para ahogarle el grito al Kily y bajarle la persiana al marcador. Ganó el equipo de Pablo Marini, porque en definitiva planteó el partido tácticamente para conseguir el objetivo. Central cayó, porque tardó un tiempo en encontrarle la vuelta al encuentro, y cuando pudo igualarlo no lo supo aprovechar.
Nadie puede pretender que ante semejante marco, y con tantas presiones acumuladas durante la semana, un clásico rosarino pueda resultar un canto al fútbol bien jugado. Por eso los equipos tardaron 20 minutos para despojarse de los temores y buscar con generosidad el arco rival.
En ese lapso, y sin que aparecieran los hombres capaces de generar fútbol -Sebastián Arrieta, por un lado, y Damián Díaz por el otro- la pelota circulaba siempre por el medio, y bien lejos de los arcos. Ñuls abusaba de los pelotazos para Cardozo, y Central hacía lo propio con Belloso.
A los 20, y en uno de los tantos bochazos largos para que Tacuara se las ingeniase, el delantero pivoteó dentro del área, habilitó de espaldas a Cejas, y el derechazo cruzado del Pitu motivó la primera gran atajada de Alvarez. La jugada le permitió a Ñuls entender que podía llegar con más claridad. Un minuto más tarde, fue Cejas quien tuvo una oportunidad, pero el delantero no llegó a puntearla, ante un buen pase de Arrieta.
El arquero auriazul volvió a lucirse ante un cabezazo de Cardozo. Y antes del final de la primera etapa, Ñuls tuvo la más clara. Armó la jugada Cejas por la derecha, envió el centro pasado para Cardozo, el delantero la bajó de cabeza hacia el centro del área, y el derechazo de Zapata pegó en el palo, con Alvarez vencido.
La única del equipo de Carlos Ischia fue en una contra de Di María, que prefirió rematar exigido. El técnico auriazul lo dejó al chico Díaz en el vestuario y la actitud del equipo fue distinta.
Marini acertó con uno de los cambios. Ingresó Miramontes por Arrieta, y en una de las primeras pelotas que tocó, el volante puso un pase medido -la defensa canaya tiró mal el fuera de juego- entró Cardozo libre por el área, y ante la salida de Alvarez, mandó la pelota, que pegó en un palo primero, al fondo de la red.
El gol tranquilizó a los rojinegros, que manejaron el partido a voluntad. Solamente la categoría de Ronald Raldes, que ingresando por la derecha eludió a dos jugadores y cuando dejó en el camino a Aguirre, el capitán rojinegro lo bajó, pudo torcer la historia. Pero el zurdazo del Kily fue adivinado por Villar, y en el rebote, Belloso la mandó al segundo piso.
Ya no había tiempo para más. Central quiso atropellar y complicó a la defensa rojinegra, pero Furchi, de buena tarea, marcó el final. Todo Ñuls se juntó en el medio del terreno para festejar el uno a cero, que al cabo de los 90 minutos fue un justo resultado.
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