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Domingo, 2 de septiembre de 2007

CULTURA / ESPECTáCULOS › TEATRO. LA SALA DE TEATRO LA MORADA NO SE RINDE Y VUELVE CON UN NUEVO ESPACIO

Una nueva morada para la cultura

La sala teatral funcionó durante 6 años en el local de Buenos Aires 990 hasta su cierre en agosto pasado. Los avatares de una absurda clausura movilizó a la teatristas rosarinos que arremeten con nuevo emprendimiento.

 Por Julio Cejas

Imponiéndose a las adversidades, la Sala de Teatro La Morada no se resigna al cierre definitivo y vuelve por más en una apuesta que la encuentra enriquecida y en una ubicación inmejorable. Gustavo Di Pinto, Adrián Giampani, Jorgelina Santambrosio y Pablo Fossa, responsables del nuevo emprendimiento, dialogaron con Rosario/12 en el nuevo espacio de San Martín 771, planta alta. "Después del cierre en agosto del año pasado -comenta Di Pinto- se produjeron muchos intentos e ideas superadoras para no quedarnos en lo que ya teníamos, fue un cierre forzado y decidimos terminar esa etapa y comenzar otra que fuera mejor". Inaugurada en el año 2000, La Morada funcionó durante 6 años en el local de Buenos Aires 990, bajo la dirección del Grupo de Teatro "Esse Est Percipi", superando en sus transcurso, los avatares de una absurda clausura con intervención policial que movilizó a toda la comunidad teatral rosarina para lograr su reapertura.

"Entre esas idas y venidas nos fuimos encontrando con Adrián (Giampani) en principio y después con Pablo (Fossa) en momentos en que aparecía el cartel de alquiler en la puerta de nuestra sala" -comenta el creador del Grupo Esse Est Percipi. Nace entonces la idea de aunar esfuerzos más allá de las diferentes líneas estéticas que abordan cada uno de estos creadores, logrando según los conceptos de Di Pinto de "poner en funcionamiento una verdadera asociación de grupos para construir un espacio en común, un espacio plural como siempre lo planteamos con La Morada".

Todos coinciden en que era la única forma posible frente al costo de los alquileres y las reformas que demandará el nuevo local para poder funcionar acorde con los requerimientos de una sala céntrica. Por su parte Pablo Fossa y Jorgelina Santambrosio comentan que el lugar "apareció después de 6 meses de búsqueda en los que hubo contactos con diferentes inmobiliarias, se estuvo a punto de cerrar con varios lugares y justo cuando estábamos a punto de decir, "la sociedad se disuelve a punto de empezar", aparece este espacio como en las películas, en principio no lo tuvimos en cuenta porque por la ubicación en la que estaba pensamos que no era para nosotros." Para Fossa esto tiene que ver con "el anhelo de todo teatrero cuando llega a un momento preciso de su trayectoria y pretende encontrar un lugar donde poder producir".

La iniciativa no deja de ser inédita ya que lo tradicional en la historia del teatro independiente es que las salas son casi siempre la resultante del proceso de trabajo de un grupo en particular. Adrián Giampani destaca este gesto que implica "juntarse teniendo en cuenta lo que nos une, el trabajo y la idea de sostener un proyecto que siga creciendo, sin dejar de lado las diferencias, reunir en un lugar real y concreto la multiplicidad de miradas con todo el respeto que nos tenemos, asegura sumar posibilidades".

A su manera cada uno de los socios de esta nueva sala teatral convoca desde su posicionamiento estético a un determinado sector del público rosarino que tendrá la posibilidad ahora de confluir en un espacio que le propondrá diferentes ofertas artísticas. "La sala va a funcionar -según Santambrosio- con múltiples espacios para generar varias actividades a la vez ya que somos tres grupos y cada cual necesita aprovechar al máximo las posibilidades que nos da el lugar."

La Morada tendrá todas las características de un Centro Cultural ya que están previstas exposiciones de fotografía, pintura, charlas y seminarios para la formación teatral. Según Gustavo Di Pinto, todos los que se acercan a colaborar proponen alguna actividad para realizar y esto contribuye a afianzar esa sensación de sala forjada a partir del apoyo del conjunto de la comunidad teatral.

Los fines de semana se realizan tareas intensivas que cuentan con la colaboración de integrantes de otros grupos que se acercan para dar una mano en trabajos de refacción, albañilería para poner a punto un sitio que estuvo cerrado durante mucho tiempo. Para Giampani esto "tiene que ver con la necesidad de que este proyecto crezca y se fortalezca, prácticamente todo el teatro rosarino se da una vuelta por aquí para acompañarnos."

Los nuevos socios de La Morada apuntan además de la programación de espectáculos, a temas que son vitales para la mayoría de los creadores como la formación y especialización teatral, la investigación y la producción.

Con la mirada puesta en octubre como posible fecha de reinauguración y frente a la imposibilidad de solventar este emprendimiento con sus propios fondos los integrantes de esta movida han lanzado una serie de bonos contribución que ponen a disposición de quienes quieran colaborar con la construcción de un nuevo espacio cultural.

Por otra parte hacen un llamamiento " a las empresas, instituciones y amigos que puedan brindar apoyo económico a través de donaciones de pintura, materiales de electricidad, para la construcción, madera, sillas, artefactos eléctricos, compra de funciones teatrales, canje publicitario, gráfica en folletos de programación de sala, cartelería en hall de ingreso y /o fachada del edificio etc."

Todos los que quieran acercarse o ponerse en contacto con La Morada, pueden hacerlo escribiendo al correo electrónico: [email protected] o llamando a los teléfonos(o341) 430 8153 / 155068489 ó 156376611.

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Responsables: Di Pinto, Giampani, Santambrosio y Fossa
 
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