Juegos prohibidos

(Alpha dog. Estados Unidos, 2007)

Inspirándose en un caso real que alteró a la alta sociedad de Los Angeles, el director Nick Cassavetes ofrece una mirada crítica a la vorágine con la que los jóvenes estadounidenses intentan alcanzar éxito, fama y diversión. El disparador es el secuestro que Jesse James Hollywood (un traficante de drogas en franco ascenso) realizó junto a sus secuaces con la intención de presionar el pago de una deuda. Sin embargo, los acontecimientos se complicaron y culminaron con el asesinato del adolescente secuestrado, lo que sacudió a la opinión pública y derivó en el encarcelamiento de los secuaces de Jesse, quien (rebautizado aquí como Johny Truelove) logró escapar de la Justicia. Cinco años después del crimen, el dealer finalmente pudo ser capturado en el extranjero. Esa es la historia narrada por Cassavetes, quien reúne a un elenco de jóvenes actores como Anton Yelchin y el cantante pop Justin Timberlake con figuras de la talla de Bruce Willis o Sharon Stone. Ben Foster y Harry Dean Stanton completan los papeles protagónicos de un film plagado de violencia y que no le escapa a cierto carácter documental.