Diez años separan al primer disco de Kapanga de Crece, el flamante material que hoy a las 22 presentarán oficialmente en el Galpón 11 de Sargento Cabral y el río. Y si bien el lapso transcurrido le permitió al grupo pulir su amplia propuesta musical, jamás abandonaron las bases fundacionales del proyecto. En ese contexto, no son muchas las bandas que, al menos en Argentina, después de una década logran mantener una conexión con la estética estampada en su debut.

Algo que sí ocurre en Kapanga, que inaugura el flamante Crece con "Contramano", tema existencialista que gracias a su festividad bien podría haber formado parte de aquel iniciático A 15 centímetros de la realidad, editado en 1998. Así lo reconoció Mono, el carismático frontman de un grupo que se convirtió primero en un imprescindible de toda fiesta que se preciara de tal, luego en un número fuerte de los festivales rockeros y, con el correr de los discos, en una banda respetada merecidamente por sus eclécticas composiciones.

"En Kapanga mantenemos una columna vertebral. Hay algunas cosas nuevas, canciones, más melodías, como en los dos últimos discos de estudio. Pero que también siguen teniendo el quilombo y la esencia del primer disco: hay un 50 por ciento de Crece que podría haber estado en A 15 centímetros de la realidad", admitió el cantante. Y, en ese sentido, la diversidad sigue siendo el rasgo característico de un grupo que combina reggae, rock, punk, cuarteto y, ahora, composiciones más próximas al formato de canción. "Creo que somos éso, cinco personalidades diferentes, cinco tipos que escuchan músicas diferentes y que tienen una banda. Todos tratamos de ponerle nuestro condimento, tratamos de plasmar lo que nos gusta musicalmente. Por ahí lo plasmamos todo adentro de una misma canción, pero después también nos salen cosas sueltas, que son canciones de principio a fin, sin tanta mezcla".

A lo largo de estos diez años, y respaldado por sus shows explosivos, el quinteto logró crecer lo suficiente como para que su eclecticismo se popularizara junto al de agrupaciones como Karamelo Santo, Carmina Burana, "Bersuit, Arbol, Andando Descalzo y un montón de bandas nuevas que naturalmente mezclan estilos o no se quedan solamente con un estilo", completó.

El tiempo, mientras tanto, hizo que esa vocación por la amplitud abriera las puertas a nuevos ámbitos: "Las bandas vamos teniendo otras inquietudes, otras búsquedas. Hace ocho o diez años atrás decíamos que en Kapanga no había lentos y que nunca íbamos a hacer un tema lento. Pero de los dos últimos discos de estudio para acá hay varios lentos, o música más tranquila, menos quilombo. Hace diez años decíamos una cosa, pero hoy tenemos que cambiar y creemos que es para mejor, porque tratamos de seguir creciendo, evolucionar, mostrar cosas diferentes, no quedarnos en una fórmula. Logramos que un show de Kapanga tenga un momento de clima, o de canciones más tranquilas. Que la gente en vez de poguear escuche, cante y las disfrute de otra forma".

"Antes era todo al palo, éramos como los Ramones o los Sex Pistols, a morir de principio a fin. Con los años pudimos tener una lista de canciones que va para todos lados, en algunos momentos podemos crear climas que antes no teníamos. Y creo que la gente se da cuenta de éso", completó el frontman del grupo, adelantando así algo de la diversidad que esta noche marcará esta nueva visita del grupo, la primera en soledad luego de sus celebradas actuaciones en los dos Quilmes Rock versión rosarina.