Miércoles, 28 de diciembre de 2005 | Hoy
CULTURA / ESPECTáCULOS › PROYECTO "PASEO DEL CENTENARIO" EN LA BAJADA SARGENTO CABRAL
Diana Bianchi, artista plástica comprometida con la historia de la ciudad, presentó un proyecto en el Concejo destinado a la refuncionalización y revalorización de un área fundacional de la ciudad a fin de generar un polo educativo--turístico--cultural que hoy, increíblemente, no existe.
Por Fernanda González Cortiñas
Ayer se cumplieron 316 años de que el capitán Luis Romero de Pineda tomara posesión de un terreno de casi 800 kilómetros, ubicado en un desolado paraje del Saladillo. Y un día como hoy hace exactamente cien años, el presidente Manuel Quintana firmaba el decreto por el cual se autorizaba a hacer uso de los primeros mil metros de muelles del moderno Puerto de Rosario, una obra que sin duda alguna modificaría para siempre el perfil del incipiente ejido urbano.
Pasaron casi cuatro siglos desde que en 1527 los colonizadores encontraron en una pequeña caleta en los márgenes del Paraná, el lugar ideal para montar una parada militar estratégico, el fuerte de Sancti Spiritu. Dos centurias más acá, en 1712, Domingo Gómez Recio --nieto de Agustín Gómez Recio de Villagrán, quien vendiera las tierras a Pineda--, se instala con su vivienda y corrales en la desembocadura de lo que hoy conocemos como Bajada Sargento Cabral. Una década después, cientos de santafesinos que huyen del malón, se asientan en las cercanías. Corre el año 1852 y con casi 10.000 habitantes, Rosario es finalmente proclamada ciudad.
Pese a no contar con fecha fundacional, la incipiente ciudad crece, siempre en función de su río. En vistas de ello, un grupo de comerciantes de la zona (más adelante la Bolsa de Comercio) consigue, no sin denodados esfuerzos, que el gobierno concrete el primer kilómetro de puerto, de Sargento Cabral hasta 27 de Febrero. Más de medio siglo después la actividad portuaria comienza un proceso de franca decadencia que se profundiza con el tránsito del siglo. Sin embargo, la historia de esta ahora gran ciudad que, siendo mayoritariamente laica, continúa celebrando su día en coincidencia con la asunción de la Virgen, sigue girando en torno a esa pequeña ensenada colgada de la barranca.
A fines del 2002, Diana Bianchi, una artista plástica comprometida desde hace tiempo con la historia de la ciudad, presentó un proyecto en el Concejo destinado a la refuncionalización y revalorización de ese área fundacional de la ciudad a fin de generar un polo educativo--turístico--cultural que hoy, increíblemente, no existe. Sin embargo, desde el Ejecutivo no se implementó ninguna medida en este sentido.
"A mediados del '99 la gente del Partido del Progreso Social plantea la creación de El Paseo de las Artes, sobre Avenida Belgrano, justo enfrente de la Casa del Artista Plástico --cuenta Bianchi, principal impulsora de que la CAP ocupara la antiquísima y sumergida construcción de Avenida Belgrano y Sargento Cabral, uno de los pocos espacios que conserva la altura original de la ciudad, y que hubiera desaparecido para siempre debajo del monumental edificio que hoy ocupa esa esquina--. Así que me acerqué a ellos y les pregunté por qué no pensar en algo más grande, en un circuito histórico. A mí venía ocurriendo que cada vez que iba a consultar sobre la historia de la ciudad, aparecía la Bajada Sargento Cabral. Ahí parecía transcurrir toda la vida del poblado, que por ese entonces era básicamente comercial".
Además del señorial edificio en el que hasta hace poco funcionaba la Aduana --hoy recuperado por el municipio--, la zona aparece salpicada por la historia de la ciudad. Por la oficial y también por la otra.
"Junto a la Casa del Artista Plástico está lo que yo llamo la 'Mansión Pinasco', la finca que por los mismos años del puerto se construye Giacomo Pinasco, un marino mercante nacido en Lavagna, Italia, que a mediados del 1800 se afinca con su familia en las márgenes de Rosario y abre un pequeño comercio dedicado a la venta de artículos navales --cuenta Bianchi--. Casado con Rosa Castagnino, Giacomo tuvo dos hijos, uno de los cuales, Santiago, se convertiría en intendente de la ciudad a principios del siglo XX. Bueno, esa casa hoy está tapiada, con cerca de obra desde hace ya varios años, lo cual es preocupante, teniendo en cuenta la avanzada que hay de las grandes constructoras sobre la franja del río".
Subiendo, el complejo comercial Pinasco, daría lugar a lo que entrado el siglo XX se conocería como los depósitos Rosenthal, un espacio también desde hace tiempo sin destino.
"Al lado, por Belgrano, hay una construcción que también tiene cerca de obra, y en donde supo actuar Rita La Salvaje --apunta Bianchi--. A partir de todo esto es que pensé que, como parte de un plan, se podrían ir recuperando paulatinamente otros espacios de esta zona tan rica en historia, y conformar con ella un recorrido histórico".
Este proyecto que Bianchi ha denominado "Paseo del Centenario", incluye la puesta en valor del sector en general y la creación puntual de lo que ella llama un "museo a cielo abierto", que consiste básicamente en el armado de un circuito peatonal por la zona delimitada entre las calles Urquiza, Sargento Cabral, Belgrano y la recientemente habilitada Avenida Estevez Boero, así como en la implementación de un sistema de cartelería didáctica que muna al paseante de datos y fotos sobre el lugar.
"No soy historiadora pero estudié algunos años de Historia --aclara Bianchi--, los suficientes como para descubrir y enamorarme de la historia de la ciudad, algo que, estoy segura, le pasaría a todos los rosarinos si pudieran acercarse más fácilmente a ese maravilloso y riquísimo pasado que nos pertenece como comunidad y nos proyecta hacia el futuro".
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