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México, Australia y un fantástico pueblo galo son las regiones donde se desarrollan los tres estrenos que hoy renovarán la cartelera de verano de la ciudad. La promocionada Rudo y cursi (protagonizada por Gael García Bernal, Diego Luna y Guillermo Francella), la polémica Australia de Baz Luhrmann y una nueva entrega de Asterix conforman el menú de novedades.

Dirigida por Carlos Cuarón, producida por Alfonso Cuarón y Guillermo Del Toro, y protagonizada por los dos actores más populares de México, Rudo y cursi cuenta la historia de los hermanos Verdusco --Bernal y Luna-- que comparten el sueño de convertirse en futbolistas. Mientras tanto, sobreviven cosechando bananas, compartiendo sus días con campesinos alejados de la fama o el dinero. Sin embargo, la aparición de un representante de jugadores abrirá nuevas puertas para los hermanos. Así, Batuta --el chantún que encarna Guillermo Francella, cuya labor fue elogiada por los productores y el director-- se convertirá en guía para los Verdusco, que se descubrirán más cerca de aquellos viejos anhelos. Será tiempo entonces de equilibrar su pasado humilde con las tentaciones que acarrea el éxito.

De otro tenor, Australia es una mega producción realizada por Baz Luhrmann --responsable de las taquilleras Romeo y Julieta y Moulin Rouge--, filmada en el país más grande de Oceanía y protagonizada por las dos figuras más importantes del país: Nicole Kidman y Hugh Jackman. La historia, además, se desarrolla sobre sus tierras. En el vasto territorio australiano una aristócrata inglesa hereda una enorme porción del mapa. Su zona, sin embargo, intentará ser ocupada por un grupo de ingleses con buenas influencias, lo que la llevará a trasladar todo su ganado por zonas inhóspitas, acompañada por Drover, un hombre experimentado en esas lides (Jackman), y Nullah, un niño mestizo. Y es precisamente este último personaje el que le permite al director tocar un tema sensible en la historia de Australia: el proceso llevado a cabo por el gobierno desde 1910, que implicó el rapto de niños mestizos y su posterior educación aislados de las familias de origen, como un medio para "garantizar" la cultura anglosajona, y anular así a los pueblos aborígenes.

Por último, Asterix en los Juegos Olímpicos presenta al fantástico pueblo galo que se resiste al avasallamiento del César y sus tropas romanas. Esta vez, Asterix, Obelix (el genial Gerard Depardieu) y sus amigos parten a Grecia para lograr que Alafólix consiga la mano de la princesa Irina, quien es pretendida además por el hijo del César.