Las mariposas de Sadourní ya se presentaba como un proyecto ambicioso hace algo más de una década, cuando el director Darío Nardi decidió rodar su cortometraje en 35 milímetros. Sin diálogos, en cuidado blanco y negro, el corto goza de un dramatismo profundo, y a través de una estética impecable relata la historia de Sadourní, un enano de circo que, luego de ser engañado, comete un asesinato pasional. Claro que ésa no deja de ser una simplificación argumental en torno a una historia que está cargada de complejidad, y que Nardi decidió profundizar para darle forma a un largometraje. Dedicado a esa tarea, terminó dándole forma a un guión que resultó ganador del Concurso Nacional de Operas Primas del Instituto Nacional de Ciencias y Artes Audiovisuales, declarado de interés provincial por el Ministerio de Innovación y Cultura de Santa Fe, beneficiario de la beca de la Fundación Teoría y Práctica de las Artes de Buenos Aires y que suma además el auspicio de la Municipalidad de Rosario.

A partir de ese respaldo, el equipo de trabajo (que tiene a Fernando Gondard como productor ejecutivo y a Antonella Costa, Ale Sergi y Cristian Medrano como protagonistas) comenzó a delinear un esquema de rodaje que se iniciará en los próximos días, después de que lograran confirmar la posibilidad de grabar el largo en ese mismo soporte de 35mm. De hecho, el antiguo cortometraje es el prólogo al largo, que ampliará en la historia de Sadourní, el clown enano que se ve traicionado por su mujer embarazada y un compañero de trabajo, el mago, que lo convence de llevar a cabo un robo. El crimen pasional que sucede al descubrimiento realizado por Sadourní lo llevará a prisión, de donde logrará salir por un permiso laboral. Imposibilitado de volver a trabajar en un circo, descubrirá las dificultades de insertarse en la sociedad. El destino lo llevará hasta un traumatólogo que, a través de un sistema con el que pretende revolucionar la ciencia médica, buscará transformarlo en un hombre de estatura normal.

Según explica Nardi, "el tema de Las mariposas de Sadourní es la identidad, abordada a través de la pasión de un hombre que, en conflicto con su constitución integral, se sume en un pernicioso proceso de enajenación. Es la historia de quien, procurando transformarse en otro, se encuentra virtualmente a sí mismo".

"El enanismo del protagonista encarna su sentimiento de minusvalía, y un rasgo distintivo contra el cual reacciona. Este punto relaciona a la película con el film noir, que tiene una estructura según la cual se sobreentiende que el delincuente no puede salirse con la suya, por eso, aunque el espectador lo olvide, el final del film le resulta verosímil. En la estética clásica, a la imitación de la naturaleza que como finalidad esencial tiene el arte, se la llama mimesis: los personajes de esta película son simulaciones, simulacros, anamorfismos, es decir, fenómenos característicos del Barroco, que abraza la noción de que en lo inacabado reside el supremo ideal de una obra artística, de que si nada es estable, todo debe ser descifrado. Y Sadourní se siente `insuficiente`. Su sombra es un símbolo de la alienación que va acusando al mimetizarse con sus `semejantes`; es algo más que un recurso plástico o un factor meramente estético: es la proyección de la personalidad del personaje y, oficiando como alter ego, un personaje en sí misma", agrega el realizador.

Ya en relación a lo estético, Las mariposas... presenta "fuertes contrastes, exacerbados por el uso del blanco y negro, que realzan los efectos escenográficos, entendidos como la representación de los sentimientos, las pasiones y el temperamento de los protagonistas". El relato, en tanto, presenta una alteración cronológica que "refleja la tendencia al artificio y al ingenio barrocos", mientras que la banda de sonido está conformada exclusivamente por la "Marcha Eslava" de Tchaicovsky.

Nacido en Rosario en 1971, Nardi es egresado de la Escuela Provincial de Cine y Televisión, y tomó talleres de producción y dirección cinematográfica con Fernando "Pino" Solanas, Luis Puenzo, Carlos Sorín, Fernando Birri y Adolfo Aristarain, entre otros. Especializado en técnicas de Animación, a partir de 2000 fue asistente de dirección, editor, dibujante e ilustrador para productoras de cine publicitario en Argentina, Canadá, Estados Unidos y México.

Con Las mariposas de Sadourní, el cortometraje, Nardi demostró un talento notable para construir una historia visualmente atrapante. De sostenerlo en el largometraje que comenzará a rodar por estos días en la ciudad, el director se consolidará como un gran exponente del cine nacional.