Domingo, 16 de mayo de 2010 | Hoy
CULTURA / ESPECTáCULOS › ESTEBAN TOLJ Y EL PRESENTE DEL MERCADO EDITORIAL DEL DIBUJO.
"Los medios gráficos de Rosario no dan cabida a sus dibujantes", asegura Esteban Tolj a Rosario/12, tras transitar tantas y tantas páginas -de tinta china y digitales . Asegura que quiere volver a la animación y ahora ilustra libros de Miami.
Por Leandro Arteaga
A Esteban Tolj el lector "apenas" memorioso -porque de esto hace muy poco, con un personaje de tanto tiempo lo reconocerá como el dibujante de los últimos dos años de vida diaria ("últimos" "por qué") de la tira de prensa "El Pollo Palacios" en el diario La Capital. Además de las ilustraciones para las tapas de la revista El vecino y de la guía de programación de uno de los servicios de cable de esta ciudad. Pero lo de Tolj, como lo de tantos ilustradores y dibujantes de Rosario, es mucho más. Por un lado y sobre todo, merced a la trayectoria que le acompaña. Por el otro, por lo que produce para otros países y mundos editoriales.
"Lo que estoy haciendo ahora es ilustrar libros para las editoriales Santillana y SM de Centroamérica, de Miami y de Puerto Rico. Son manuales para escuelas. Si bien las editoriales están también en Argentina, increíblemente me toman de allá, a partir de una selección que hicieron con otros dibujantes de Latinoamérica" explica a Rosario/12 el dibujante. "Hago de cuenta que trabajo para el Billiken o el Anteojito. Lo que me lleva a reflexionar acerca de cómo uno se entrenó toda su vida para encontrar trabajo en revistas como ésas, o El Tony o el D'Artagnan pero que, sin embargo, ya no existen más. Sí existe el Billiken, pero con más importancia puesta en las fotos y las tipografías antes que en el dibujo".
La situación que expone el ilustrador es propia de un desbarajuste donde, aún cuando se conoce una suerte de ánimos renovados en el ámbito de las historietas y la ilustración, son pocos los medios locales que provocan un eco positivo. A propósito, Tolj observa que "a pesar de que hay pocas revistas, cada vez hay más dibujantes. Me doy cuenta porque en mi taller -taller de dibujo que Tolj desarrolla desde hace veinte años tuve chicos que empezaron a los 8 años, hoy ya grandes y muy buenos dibujantes, que siguen trabajando. También lo veo en los colegas, gracias a Internet, donde uno tiene toda una biblioteca a su disposición para documentarse o para divulgar el propio trabajo. Ahí te encontrás con dibujantes magníficos, de todo el mundo y de todos los estilos. Lo que tiene que hacer uno es pensar en dónde ubicarse. Porque hay que inventar alguna forma de poder seguir dibujando o contando historias, a través del dibujo animado o de la historieta. Internet, de alguna forma, te da cierta libertad, la de ser tu propio productor, pero a la vez hay también un horizonte medio tenebroso, porque no se genera el dinero que uno espera para la subsistencia mínima. En mi caso tuve bastante suerte, ya que desde hace unos años vengo trabajando con continuidad".
Acerca de su pasión por el dibujo, Tolj rememora haberse quedado dormido ante el televisor, siendo muy chico, cuando se produjo el alunizaje, y que "mi abuela me relató cómo había sido. Entonces lo dibujé. Uno quedaba hipnotizado ante la interacción de imágenes que nos proponía el chupete electrónico que es el televisor. Veía todo tipo de películas, desde la señal de ajuste hasta el cura que nos mandaba a dormir. Al tener la facilidad para el dibujo, yo veía Quo Vadis y dibujaba romanos, veía El jorobado de Notre Dame y me interesaba entonces por leer la adaptación en historieta que salía en el Anteojito. Después, capaz que ya te bancabas leer un libro sin dibujos: Robin Hood, Robinson Crusoe, Buffalo Bill, Martín Fierro, Juvenilia, Sandokán, todas las de Verne. Después era cuestión de ver las películas sobre los libros, y luego comenzar a admirar a ciertos dibujantes y tratar de copiarlos: Harold Foster, José Luis Salinas, me gustaba el Rip Kirby de Alex Raymond, Juan Arancio, Carlos Roume y su gauchesca, Chingolo Casalla que hacía Cabo Savino, Mandrafina con Savarese, Lucho Olivera con esos paisajes de ciencia ficción alucinantes, también Tintin, Asterix, Lucky Lucke, y muchos más. Uno se va formando a partir de esas cosas, no había una escuela, la escuela eran las revistas, era maravillarse con eso y descubrir cómo hizo el tipo para hacer esas figuras, esos encuadres, esa narración, y practicar. El primero que me abrió las puertas aquí, en Rosario, fue Manuel Aranda dibujante de Risario y de La cebra a lunares a través de la revista Rita la salvaje.
¿Y cuál es tu lectura acerca del lugar que ocupan los dibujantes en los medios de nuestra ciudad?
Los dibujantes, acá, no ocupan ningún lugar. Porque los medios gráficos de Rosario no les dan cabida, no les interesa, no les importa. Nosotros somos los que tenemos que generar un espacio que les abra los ojos a la prensa, a las revistas, a las agencias de publicidad, a los editores locales. ¿Por qué es negocio para la gente de Buenos Aires y no es negocio en Rosario? Acá hay talento suficiente para editar libros ilustrados, para ilustrar notas en diarios y revistas, ni hablar de historietas y de chistes. Pero no sé si los medios no conocen o si miran para otro lado.
Links para consultar: http://estebantolj.blogspot.com/; http://estebantoljcomics.blogspot.com/; http://estebantoljcartoons.blogspot.com/
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