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Unidos por un mismo apellido, el grupo La llave inglesa de Madrid y el rosarino Caras y Caretas presentarán hoy y mañana un espectáculo compartido que combina fragmentos de obras creadas por una y otra compañía. Bajo el título Madrid de coña en Rosario, el show se presentará a las 22 en la sala de Corrientes 1518. Allí estará dándole rienda suelta a su oficio Héctor Ansaldi, fundador de la sala que recibe a uno de sus hijos, en un sentido tan literal como artístico: Fausto Ansaldi es uno de los miembros de La llave inglesa, compañía que también estará representada por el español Yeyo Guerrero, que en relación a la puesta detalló: "Son como trozos de obras de teatro que tenemos en Madrid y de trabajos que tienen aquí en Caras y Caretas".

Fundador del espacio, Héctor Ansaldi profundizó en la descripción: "Es un espectáculo de varieté. Es interesante poder retomar cosas que he hecho con Fausto. El vivió todo lo que es el teatro, entonces es como retomar lo que fuimos trabajando a través de los años, cosas olvidadas y otras cosas nuevas que surgieron ahora. Todo con un formato de varieté, generando nuevas rutinas que se van modificando a través del tiempo y de las personas. Creo que lo más interesante es la creación del nuevo varieté".

Más allá del nexo obvio que implica la presencia de Fausto Ansaldi en el grupo madrileño, hay además otros puntos de contacto vinculados con lo artístico, según apuntó Guerrero: "Nos une un poco el oficio del teatro artesanal. En España nosotros también tendemos a hacer producciones humorísticas y también nos une que parten de algo original". Y fue el propio Fausto quien amplió: "Más que partir de un texto, partimos de las ganas de hacer algo y del conocimiento que tenemos de un tipo de teatro".

"Queda un porcentaje de improvisación, porque hay mucho de escucha y de mirar al público a los ojos --completó Guerrero--. Son producciones teatrales que dan pie a ese tipo de acontecimientos. Depende también del tipo de género en que estés trabajando. El humor, el clown, son composiciones que se prestan a la improvisación".

Y si bien con su hijo la conexión es más que lógica, Héctor Ansaldi logró una buena sintonía con Guerrero, sustancial para el quehacer teatral, según confirmó a este medio: "Con Yeyo nunca habíamos trabajado, pero estamos en una misma frecuencia, entonces fue fácil juntarnos. Es difícil encontrar gente que sea dúctil para engancharse con uno, que tiene oficio desde hace tanto tiempo. Por lo general no se tiene mucho oficio del teatro. Se tiene mucha investigación, mucha escuela, pero cuando llega la hora de hacerlo... Eso me pasa como actor y puedo decirlo como docente: la mejor manera de aprender es actuando, porque ahí pasa todo lo que tiene que pasar".