El Grupo Esse est percipi y La Morada Teatro anunciaron el lanzamiento de la octava edición del "Ciclo Teatro Transgénico" que comenzará el próximo viernes y se prolongará durante todos los fines de semana de setiembre en el Teatro La Morada (San Martín 771). Este ya tradicional espacio que se propone según sus responsables, "reunir elencos de distintas regiones del país para compartir y conocer los modos de construcción escénica que vienen definiendo el quehacer teatral", incorporó este año a elencos de Buenos Aires, Córdoba, Río Cuarto y Gualeguaychú, que se suman a los anfitriones y a otros elencos locales.

Uno de los creadores del ciclo y director del Grupo Esse est Percipi, Gustavo Di Pinto dialogó con Rosario/12, para referirse a esta movida y a su último estreno que forma parte de la variada programación del Transgénico.

"Este espacio fue mutando durante estos años, tomó la forma de ciclo itinerante para ser llevado a cabo en la ciudad de Posadas (Misiones) y tuvo su edición especial teniendo como invitados a los organizadores del festival de Teatro del Valle de Punilla", dice Di Pinto refiriéndose a uno de los festivales donde el grupo rosarino alcanzó trascendencia a nivel nacional.

-¿Cuáles son los criterios para seleccionar a los elencos que participan?

-En esta oportunidad retomamos la forma originaria con elencos invitados de la ciudad y de las distintas regiones teatrales del país, el requisito sigue siendo contar con una dramaturgia propia ya sea de grupo, de director o de actor, a todos los elencos invitados los conozco de verlos en distintos festivales y en las Fiestas provinciales de Córdoba y Entre Rios", plantea el director de uno de los grupos que se caracterizó por construir su propia estrategia de dramaturgia.

Por eso uno de los atractivos de este Ciclo de Teatro Transgénico, será el Seminario "Construyendo miradas", coordinado por Griselda García y Mecha Núñez, integrantes de Esse est Percipi, cuyo objetivo será tratar de sistematizar una forma de trabajo que el grupo viene desarrollando desde hace 16 años.

Además de las reposiciones del grupo (ver recuadro) Di Pinto presentará el sábado que viene, en este Ciclo, su versión de la obra "Maldita sea la hora" de Julio Chávez, un trabajo en el que comparte la dirección con el actor Jorge Ferrucci en una nueva producción de la Escuela Provincial de Teatro de Rosario "Ambrosio Morante".

"La Escuela tiene desde hace años un departamento de producción con el cual se presentaron obras como `La boda', `Recuerdos de la Argentina' y `La Piba ceniza'. La dirección de la escuela, junto a los docentes, alumnos y egresados se propone dar forma y continuidad a un proyecto del maestro Norberto Campos, al que denominó Usina del Teatro. Esta idea de una dirección compartida está fundada en la complementariedad de miradas, formas y experiencias disimiles de quienes fuimos sus docentes, Jorge Ferrucci y yo somos docentes de las dos materias de actuación que los alumnos cursan en su segundo año", explica Di Pinto.

El elenco integrado por Cecilia Lacorte, María Laura Silva, Mara Campelo, Fernando Sierra y Damián Sanabria, se completa con Gabriel Romanelli en el diseño de iluminación, Ramiro Sorrequieta en vestuario y Rodrigo Frías en diseño espacial y objetos.

-¿Cómo aparece la elección de la obra de Chávez en este contexto?

-Después de muchas lecturas todos nos vimos atrapados por esta historia escrita por Chávez. Como corolario de un trabajo de docencia, una historia de violencia, humillación y maltrato en el marco de una familia disfuncional, que es el reflejo de vínculos sociales repetidos y la metáfora de una madre inalcanzable, que desecha objetos e hijos y los confina a vivir en un sótano "desmadrado". Eso nos da la posibilidad de contar nuestra propia historia más allá de la escrita por el autor, las madres se multiplican y los hijos no soportan el peso de tanta madre", afirmó el director.

El creador de Esse est Percipi, coincide con el pensamiento de Chávez con respecto a "Maldita sea la hora", obra que plantea el tema de la familia como una excusa, un pretexto para hablar de la sociedad, de nosotros mismos como individuos puestos a jugar roles con mayor o menos poder.

-¿Cuáles son las diferencias entre este trabajo y el de tus talleres?

-Los parámetros son los mismos con los que trabajo por fuera de la escuela, la diferencia en este caso está dada por la necesidad de consensuar a la luz de una dirección compartida y partir de un texto escrito previamente que fue toda una novedad. En un comienzo pensamos hacer una división de roles del orden de puesta en escena y dirección de actores pero al darse un diálogo tan fluido y tan respetuoso eso no fue necesario﷓ confiesa Di Pinto.

-Este trabajo ¿afianza tu búsqueda anterior o va por otros caminos?

-Esta propuesta me acerca a otra formas de producción de sentido y de gestión, en mi experiencia es una continuidad en la búsqueda de acercarme cada vez más al público, a partir de una historia más aprehensible, alejada del hermetismo al que el teatro nos tiene acostumbrados y de cierta fragmentación propia del grupo que dirijo, un acercamiento que da sus frutos y es cada vez más notorio- concluyó.