Ediciones de esculturas en bronce, joyas, platería, grabados y litografías originales, cine y una ópera integran la exposición de más de trescientas piezas de obra múltiple de Salvador Dalí que se verá en el Museo Castagnino (Avenida Pellegrini 2202) a partir de este jueves 8, en que quedará inaugurada a las 19.30. Se titula Dalí: Los ojos del Surrealismo y abarca producciones plásticas realizadas entre 1950 y los años '80. La mayoría de las piezas no son muy conocidas, aunque otras están inspiradas en obras muy famosas del propio autor. Tal es el caso del vaciado en bronce realizado a partir de su pintura al óleo La persistencia de la memoria (1931), una imagen icónica que fue luego popularizada como "el reloj blando" y citada o recreada al infinito.

El curador de la muestra es Santiago Shanahan, quien organizó en Buenos Aires, durante el Año Dalí 2004, una de las cinco muestras itinerantes internacionales con que se celebró el centenario del nacimiento del artista. La muestra viajó a Rosario y muchos la recuerdan, ya que tuvo una convocatoria récord de público masivo, al que fascinó con efectos ópticos de dobles imágenes tales como el retrato de su esposa y musa, Gala, de espaldas mirando al mar Mediterráneo, y que a diez metros (por esas cosas inexplicables del surrealismo) se convierte en un retrato de Abraham Lincoln. Shanahan es un empresario que recortaba de revistas las reproducciones de obras del genio catalán, hasta que pudo adquirir y coleccionar originales de Dalí. Las obras que se verán en Rosario fueron provistas por Enrique Sabater (secretario y administrador de Dalí y Gala) a coleccionistas argentinos para ser exhibidas de forma itinerante en América Latina.

La muestra abarca series de grabados como Los Quijotes de Dalí, El Tarot, Los Diez Mandamientos y Los Doce Apóstoles. Destacan las series de plata como Los Deportes, compuesta por las medallas oficiales de los Juegos Olímpicos de Los Angeles 1984, realizadas por el célebre artista especialmente para ese evento. La serie de litografías incluye el Torso de Venus surrealista y El caballero leonardesco. Son de particular interés la Ascensión de Gala y Los Jinetes del Apocalipsis, estampadas sobre papel de cáscara de arroz y sanguina.

El pintor y poeta catalán fallecido en 1989 despertó el odio de sus colegas del movimiento surrealista no sólo por fugarse con la mujer de Paul Eluard (la célebre Gala) sino porque años más tarde el creador del "método paranoico crítico" obtendría tal éxito comercial y mediático que se convertiría en el divulgador del surrealismo entre las masas. André Breton, el pope del movimiento, parece haber dedicado horas de envidia a descubrir que un anagrama posible de Salvador Dalí es "Avida Dollars". Mucho antes de diseñar joyas para las élites, Dalí colaboró con Luis Buñuel en el guión de "la" película surrealista, Un perro andaluz (1929), que se proyectará en la muestra. Allí también se podrá escuchar el audio de una ópera escrita por Dalí. No por nada la última encarnación del histriónico genio de retorcidos bigotes es Adrien Brody repitiendo: "¡Rinocerontes, rinocerontes!" en un inglés mal pronunciado a propósito en una película de Woody Allen.

El surrealismo fue una vanguardia irracionalista y figurativa de amplísima influencia, artística y literaria, que reivindicó el mundo de los sueños y del inconsciente como reacción contra los racionalismos abstractos del modernismo del siglo XX. Fue bautizado así por el poeta Guillaume Apollinaire cuando surgió en 1917 en una París intelectual convulsionada por la guerra, las vanguardias artísticas, el comunismo y el psicoanálisis. El crítico Hal Foster lo revaloriza como un "contramodernismo". El surrealismo rescata lo que constituye el lado B de la modernidad: lo pasado de moda, lo banal; lo siniestro, lo sexual, lo popular, lo reprimido; ciertos criminales y los poetas malditos. Se consolidó hacia 1924 con la edición del Manifiesto Surrealista de André Breton. Al grupo lo integraban además, entre otros: Tristán Tzara, Paul Eluard, Antonin Artaud, Jean Arp, René Magritte y Joan Miró. Un joven médico llamado Jacques Lacan solía reunirse con algunos de ellos. Fue aceptado tardíamente Salvador Dalí, quien fue luego expulsado del movimiento. La exposición, que podrá visitarse hasta el 23 de octubre, promete informar sobre la vida íntima de Dalí, sus procesos creativos y sus técnicas, aportando textos explicativos pensados para enriquecer la experiencia surrealista tanto del curioso principiante como del experto. Se exhibe además una selección de fotografías del libro El ojo invisible: Enrique Sabater fotografía a Salvador Dalí, que fue presentada en el Palacio de la Virreina de Barcelona. Se proyectarán filmes ficcionales y documentales sobre la vida y obra del artista. En el marco de la muestra habrá una serie de actividades. "Decir Dalí: Lo que aún nos hace decir el surrealismo" será un ciclo de tres jornadas, ideadas a modo de conversaciones y coordinadas por Cecilia Lenardón, donde nueve psicoanalistas, filósofos, críticos, artistas, poetas y curadores locales debatirán sobre la posible vigencia en la actualidad del estilo al que Dalí honró y popularizó. El jueves 15, a las 19, hablarán Emilio Bellón, Roberto Echen y Pablo Zopke; el 29 a la misma hora, Claudia del Río, Wanda Donato y esta cronista; el 6 de octubre, Carlos Kuri, Juan Ritvo y Nora Trosman. Para los chicos de sexto y séptimo grado de escuelas primarias públicas y privadas, el departamento de educación del Museo Castagnino ofrece la convocatoria "Descubrí a Dalí" e invita a los alumnos a crear una obra colectiva que formará parte de una "mega﷓muestra" en los distritos municipales. Es preciso advertir que se cobra una entrada general de 30 treinta, que para los estudiantes y los jubilados tendrá un descuento y será de 20 pesos.