Con Ciro Fogliatta como intermediario, en el año 2007 Natalia Nardiello (piano) y Florencia Ruiz Ferretti (banjo y voz) descubrieron sus vínculos comunes con la música negra. Provenientes, respectivamente, del blues y el jazz tradicional, comenzaron entonces a bucear en un repertorio ubicado temporalmente a principios del siglo XX, y lo amoldaron a esa peculiar formación de dúo de piano y banjo, en un proyecto que bautizaron como Semilla Negra y que mañana cumplirá con un hecho largamente anhelado: instalar su propuesta en un ámbito y contexto teatral. Es que, a las 21, las Semilla Negra subirán al escenario de Empleados de Comercio (Corrientes 450) con una propuesta que incluirá realizaciones de video, escenografía e iluminación creadas para la ocasión, y que sumará además como invitados a Vladimir Garbulsky en clarinete, Mario Elena en guitarra y cigar box, y Jacobo López en armónica y tabla de lavar.

Según explica la cantante, la aparición de los invitados permitirá enfrentarse además a algunos elementos sonoros casi olvidados. "Nos gusta rescatar los instrumentos caseros, mostrar cómo los negros hacían música con elementos de uso cotidiano. Hay una puesta muy teatral, con escenografía, en la cual cosas que parecen de adorno se terminan utilizando", explicó Ruiz Ferretti, una de las partes fundadoras de un proyecto poco convencional, sobre el que apuntó: "Yo toco el banjo y vengo del jazz tradicional, mientras que Natalia viene más del blues. Fue interesante porque las dos nos acercamos a músicas que no conocíamos tanto. Fue un intercambio enriquecedor, y siempre nos gustaron los estilos más antiguos, de principio de siglo, lo más negro. Hay un germen dentro nuestro, donde late esto de lo afroamericano. Hay un alma, un latir negro".

De allí, obviamente, el título del dúo, que comenzó a actuar en 2008 y que llegó a participar del Festival de Jazz Santiago Grande Castelli. Luego de un parate, el reencuentro reafirmó el interés por sostener el formato de dúo de piano y banjo. En ese sentido, la (también) cantante indicó: "A nosotras mismas nos sorprendió, pero el banjo y el piano empastan muy bien, se complementan. No es una formación típica, como tampoco el hecho de que seamos dos mujeres. Eso nos pareció interesante, porque incluso a veces nos tentamos en armar un trío o cuarteto, pero decidimos seguir como dúo".

Lógicamente, la búsqueda continuó ligada a ese repertorio que se instala mayormente a principios del siglo XX. "Lo que más nos gusta es lo tradicional --reconoció Ruiz Ferretti--, pero también incluimos temas más contemporáneos. Por ejemplo tocamos 'When I'm sixty-four' de los Beatles, que es más bien tradicional. También tiene que ver con tomar a músicos que han abrevado en la misma música que nosotras. Tenemos también algún blues, algo más contemporáneo, pero nuestro corazoncito está en lo más viejito".

La incursión de Semilla Negra por esas obras contempla además la intención de brindarle al público la posibilidad de descubrir más acerca de ese pasado musical de raíz africana. "Nos encanta contar, comunicar algunas anécdotas, de qué hablan las letras, de los músicos que las compusieron. Nos gusta mucho hacer eso y, aunque no se trata de una enciclopedia de música, poder darle a la gente algunos datos que le permitan acercarse más. Yo, por ejemplo, suelo contar la historia del banjo, y la gente no tiene idea que se trata de un instrumento africano", apuntó Ruiz Ferretti, que concluyó: "Me parece que, hoy por hoy, hay conocimiento de estilos de blues y jazz más modernos, y esto más antiguo quedó olvidado. Está esta mirada de música de elite, para entendidos, muy alejada de lo africano. Lo que hacemos es folclore, lo más cercano posible a lo africano. Eso a veces genera sorpresa, porque hay datos interesantes que enriquecen más la propuesta, en donde también está presente el humor. Nuestra intención es generar todo un clima y que sea un viaje, ésa es la idea".