Las 174 páginas de la recopilación Expansiones. Literatura en el campo del arte (Yo soy Gilda, Rosario, 2013) abordan con aires renovadores la poesía, dando oxígeno a un género asfixiado por la ortodoxia académica o diezmado por las sangrientas guerras fratricidas entre revistas; este beso de la vida, en cambio, lleva el sello del arte y de la amistad. Compilado por Irina Garbatzky, con poemas, canciones y relatos de Darío Ares, Hernán Camoletto, Claudia Del Río, Escuche y repita, Julio t., Federico Leites, David Nahon, Virginia Negri, Georgina Ricci, Lila Siegrist y Ana Wandzik, el libro reúne un corpus de textos que da cuenta de un campo social concreto, signado por la porosidad de las fronteras entre prácticas literarias y artísticas.

Julio t. produce así desde comienzos de siglo. Un nuevo laboratorio de experimentación es el taller La Pesquisa, de Camoletto, en Viamonte Arte y Afines. Hace unos años, Wandzik fundó con Maximiliano Masuelli el espacio Iván Rosado, hoy una editorial que tiene su sede en el Club Editorial Río Paraná, de barrio Refinería. Claudia Del Río comenzó en los años 90 a formar la colección que daría inicio a su Club del Dibujo. Ambas propuestas convergieron este año en el Museo Castagnino en una exposición por escritores que dibujan, de la cual Expansiones sería un posible reverso: artistas que escriben.

¿Quién es qué? No es fácil clasificarlos. Se trata de proyectos híbridos entre disciplinas, que no anclan en ninguna ni se quedan en las tradicionales. Con la palabra como una herramienta más, suman recursos que van desde una performance teatral que se apropia del transformismo (Ares, en su alter ego de Nadia Soler) o de la danza erótica (Negri), hasta el recital folk naïf en formato sofá de dos psicoanalistas, Agustín González y Cecilia Lenardón, integrantes del dúo irónicamente llamado Escuche y Repita. No es tan rico leer sus letras en libro como escucharlos en vivo y apreciarlas en su contexto original de fanzine ilustrado con fotocopias de grabados antiguos.