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Hamlet vuelve a escena, ahora en el cuerpo de Lucía que intenta desprenderse de este emblemático personaje de Shakespeare; en un extraño ritual del cual participará el espectador desde su ingreso a la sala.

El partero elegido por Lucía, será el doctor Villagra, un extraño psicológo que intentará extraer el fantasma de Hamlet del cuerpo de Lucía. Una tarea ardua que se convierte en el nudo de la obra.

Sobre este planteo dramático, la autora y directora Romina Tamburello ("Mujeres de Ojos Negros") construye "Lucía y yo", una propuesta dirigida por Nicolás Jaworski, que llega a su última función el sábado a las 21 en el Cultural de Abajo (San Lorenzo 1100).

Analía Saccomanno es Lucía, una joven de 25 años que compartirá con su "nuevo inquilino" el tema de la duda y sus laberintos existenciales; habitada por esa voz profunda que sigue interrogando a la humanidad, mucho más allá incluso del propio psicoanálisis.

Aldo Villagra interpreta al profesional que intentará exorcisar a Lucía y quitarle ese Otro que la invade y la interpela a partir de sus propias dudas. La tarea será peligrosa y deparará un final inesperado para el atormentado doctor Villagra.

Un buen juego teatral sostenido por la ductilidad actoral de Analía Saccomanno, los aportes musicales de Victoria Virgolini, en una obra que a nivel dramatúrgico, pareciera prolongar en exceso el conflicto principal, demorando un final que Jaworski resuelve a partir del despliegue corporal de Aldo Villagra.