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"Para nosotros es un ejemplo de lucha, de resistencia", reconoce Miguel Mirra, director del documental Norita, Nora Cortiñas que mañana a las 20 se proyectará gratis en El Cairo (Santa Fe 1120). La función, que tendrá carácter de estreno, se enmarca en el Día Internacional del Detenido Desaparecido, y permite un acercamiento integral a la figura de una de las fundadoras de Madres de Plaza de Mayo. Aunque, según apunta Mirra en su diálogo con Rosario/12, la obra no se cierra en torno a esa militancia.

"Cuando con mi compañera (NdR: Susana Moreira, además productora del film) avanzamos con el documental nos dimos cuenta que no queríamos que fuera sobre Nora la Madre de Plaza de Mayo, sino sobre ella, con todo lo que eso implica --apunta el director--. En el documental también se cuenta su historia hasta que entró a Madres, como también otras actividades que hace. El documental se amplió, no quisimos ponerla en un lugar institucionalizado".

La juventud de Nora en el barrio porteño de Monserrat, los buenos tiempos en la década del 50, la militancia de su hijo Gustavo y su posterior secuestro y desaparición son elementos del pasado que, en la obra de Mirra, conviven con el presente y dejan espacio para una mirada a futuro. "Norita dice que los derechos humanos son conculcados todos los días. Entonces no podemos hablar de eso sólo referido al pasado. Eso pasa todo el tiempo en todos lados. Norita asumió eso, entonces donde puede estar, está. Donde la llaman para alguna cosa que tenga que ver con los derechos humanos, sociales, económicos o culturales ella está", remarca el realizador, que reconoce la labor incansable de Cortiñas que, entre otras, ha acompañado las luchas contra la ocupación militar en Haití, junto a las madres del Saharaui en el Sahara y las kurdas en Turquía.

Responsable de films documentales como Los ojos cerrados de América Latina (donde refleja el saqueo y contaminación de los recursos naturales a lo largo del continente) y De artistas y de locos (sobre el Frente de Artistas del Borda), en 2010 Mirra le dio forma a un trabajo sobre el Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel y el año pasado estrenó Darío Santillán, la dignidad rebelde, sobre el militante social asesinado en Avellaneda. Ambos trabajos están estrechamente conectados con Norita.

"Cuando hice el documental sobre Pérez Esquivel grabamos una entrevista muy larga con Nora. Después hablando con Susana pensamos que sería importante hacer algo con el testimonio de Nora, poder hacerle un homenaje en vida. Entonces pensé en cómo hacer un documental. Lo primero que se te ocurre es a quién entrevistar, pero como tenía ese material decidí que ella hablara de su vida. Hicimos otra entrevista muy larga y a éso le sumamos material de archivo que fui consiguiendo. Pero es éso: ella habla de su pasado, de su presente, de su visión del mundo. Y yo venía de hacer el documental sobre Darío, que también es una historia de vida. En realidad Norita y Darío... son como dos películas que hablan de lo mismo desde distintos lados. Inclusive es como que en el medio hay una bisagra y funcionan como un espejo. De hecho usé la misma música, como un símbolo".

La música a la que refiere Mirra lleva la firma de Farolitos, banda rosarina a la que el realizador descubrió en el festival "Huerto de la Música", que los Farolitos impulsaron. "Fui al festival, que se hizo en un club, y me pareció impresionante la movida --distingue el director--. Ahí los conocí, me gustó ese rock de rrioba, entonces les pregunté si estaba de acuerdo que usara su música".