Este verano, la tendencia local de la educación no formal en artes visuales es revalorizar y transmitir técnicas sencillas que permitan crear y desplegar la imaginación a cualquiera con ganas de experimentar, tenga o no una formación artística previa. Ahí van:

Grandes y chicos en Funes

El próximo sábado, el Museo Gustavo Cochet (Avenida Rosario y Gustavo Cochet, Funes) comienza con sus talleres de verano. "¡Padres con hijos, abuelas con nietos o todos sueltos, pero trabajando chicos y grandes juntos!" es la propuesta de dos talleres intensivos que se darán de 9 a 12 de la mañana, el último sábado de enero y el primer sábado de febrero. El sábado 31 de enero se realizará el taller de monocopia, a cargo de la artista plástica Francisca Cortés, destinado a grandes y chicos a partir de los seis años que quieran comenzar a experimentar las posibilidades del grabado y las artes gráficas múltiples con una técnica sencilla y segura como la monocopia, que no requiere de incisiones ni corrosivos. El 7 de enero, el pintor y dibujante Javier Delfino coordinará un taller similar de pintura.

También hasta el sábado hay tiempo para inscribirse en otro taller de Javier Delfino en el Museo Cochet. "Buscando la propia expresión" está dirigido a adolescentes, jóvenes y adultos, y ofrece cupos en dos grupos que desde la primera semana de febrero desarrollarán cuatro encuentros cada uno: los martes de 10 a 12 o los sábados de 18 a 20. Delfino nació en Rosario en 1977, donde expone desde 1999 y enseña artes plásticas desde 2006. Se formó en esta ciudad con Julián Usandizaga en dibujo y Miguel Ballesteros en pintura, estudiando además en la Escuela Municipal de Artes Plásticas "Manuel Musto". "Mi búsqueda transita por una síntesis de elementos figurativos y abstractos", anticipa. Para inscribirse a los talleres, o hacer preguntas, se puede escribir al mail [email protected].

El Museo Gustavo Cochet fue creado por familiares, vecinos y ex alumnos del pintor y grabador rosarino Gustavo Cochet en la misma esquina del entonces pueblo de Funes donde el artista se radicó en los años '50 y tuvo su casa taller hasta su muerte en 1979. Nacido en 1894, hijo de un maestro rural de origen francés, Cochet emigró muy joven a Europa, donde militó en la lucha cultural contra el fascismo durante la Guerra Civil Española. A su regreso fue profesor en la escuela de Artes Plásticas de Santa Fe y Pergamino, y profesor de dibujo en la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Rosario.

Animarse a jugar con la animación

Los dibujos animados son precisamente lo que su nombre indica. Cuando en vez de animar dibujos o de filmar actores en movimiento se toman fotografías de un objeto inanimado, por ejemplo un muñeco, cambiando ligeramente su posición entre cada toma, en la edición se puede crear la ilusión de que el objeto se mueve. "Esta técnica se llama stop motion o animación cuadro a cuadro, o foto por foto, y es uno de los primeros recursos del cine", explica Lisandro Arévalo, artista visual y Licenciado en Artes por la UNR, quien a partir del primer martes de febrero dictará un laboratorio teórico práctico de stop motion de dos meses de duración y de tres horas por semana, en tres grupos: los martes de 18 a 21, o los miércoles de 10 a 13 o de 18 a 21, en su propio taller (San Martín 2223 dto. 2). Hay que llevar cámara, notebook y trípode pero no son imprescindibles ya que estos elementos se pueden compartir si se trabaja en equipo, anticipa el docente, quien integró la cátedra de Teoría del color de la Facultad de Humanidades y artes de la UNR y es profesor titular de Diseño Digital en el Complejo Belgrano de Rosario. Además realiza desde 2014 la dirección artística de Hors Pistes Rosario, Festival de la Imagen en movimiento del Centro Pompidou de París, y produce obra propia.

Entre el análisis de obras clásicas o actuales y el manejo de cámara y programas de edición, "el laboratorio es para experimentar y jugar; está dirigido a gente del arte, fotógrafos o dibujantes. El stop motion tiene muchas fases: escribir el guión, fabricar los personajes y los escenarios, buscar lugares donde filmar, decidir quién saca la foto y quién maneja los "movimientos". Algunas aplicaciones y formas incluyen la llamada pixilation (que usa fotos fijas de actores en vivo) y el GIF animado", anticipa Arévalo.

"El stop motion se mueve entre el cine, el videoclip y el videoarte", señala Arévalo y destaca una pieza de la colección Castagnino+Macro: el video Drum Solo (2000), de Liliana Porter, realizado con objetos encontrados. Cabe agregar que en Rosario un celebrado exponente de esta técnica fue el cortometraje Modelo para armar (1987), de Mariana Wenger y Pablo Rodríguez Jáuregui, formados en el legendario taller de un maestro de la animación: Luis Bras. Algunas aplicaciones y formas del stop motion incluyen la llamada pixilation, que usa fotos fijas de actores en vivo, y el GIF animado.

En https://www.youtube.com/watch-v=pjHumTqJw1s puede verse el animadísimo video de promoción que compaginó Arévalo para el taller, y que se abre con imágenes que según él ya forman parte del inconsciente colectivo: las de los monstruos creados y animados en esta técnica por Ray Harryhausen, quien falleció en 2013 y no llegó a ver The Boxtrolls (2014, Laika Studios), que combina stop motion con imágenes generadas por computadora (CGI). En cambio El extraño mundo de Jack (1993) fue producida por Tim Burton íntegramente cuadro a cuadro, afirma Arévalo, y trae dos ejemplos de dos directores franceses con un siglo de distancia: el clásico Viaje a la luna (1902) de Georges Mèlies, y el videoclip dirigido por Michel Gondry para Fell in love with a girl, del dúo de rock The White Stripes, realizado en 2002 con las figuras de la baterista y el guitarrista construidas en ladrillitos Lego.

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