Mientras familiares, amigos y compañeros del taxista asesinado, Hugo Camilo, despedían acongojados sus restos en el cementerio de Granadero Baigorria, el fiscal de Homicidios Ademar Bianchini habló de "optimismo" para dar con el autor del disparo mortal. En tanto, el segundo día de paro del sector se hizo sentir con fuerza en la city rosarina. Tras algunas reuniones con autoridades, el Sindicato de Peones de Taxis resolvió mantener la medida de fuerza hasta hoy, a las 6 de la mañana. Sobre el mediodía, una caravana de trabajadores del volante y familiares de la víctima del episodio perpetrado el jueves por la noche cuando Camilo fue a socorrer a un compañero en un robo y resultó baleado , pasaron por la casa del gobernador Antonio Bonfatti y tiraron huevos sobre el frente de la vivienda de Darragueira y Gallo, la misma que fuera baleada en octubre de 2013. Temprano, el secretario de Seguridad provincial, Gerardo Chaumont, consideró que el paro "no tiene razón de ser". Apuntó a cambiar el protocolo de los taxistas, para que no concurran a auxiliar a compañeros ante hechos de violencia y esperen a la policía.

El fallecimiento de Camilo, el sábado por la noche, despertó la furia de los taxistas que lamentaron que "todos los años" sufren la muerte de un compañero por hechos de inseguridad. Frente a ello, el paro que comenzó a las cero del domingo se mantuvo durante toda la jornada de ayer, y los ciudadanos que no salieron de vacaciones este enero se agolparon en las paradas de colectivos.

El termómetro marcaba más de 35 grados y un par más de sensación térmica cuando la caravana de taxistas y familiares de Camilo pasó por la casa del gobernador. Allí manifestaron su dolor, con huevazos, y la necesidad de medidas contra los hechos de violencia que, reconocieron, "vive toda la sociedad". "Estamos podridos, que agarren a los que mató a mi viejo. Nadie nos protege", dijo uno de los hijos de Camilo, ante las cámaras de Canal 5.

En la segunda jornada de duelo, los taxistas decidieron continuar el paro y reiniciar hoy sus actividades, a partir de las 6. Horacio Boix, secretario general del Sindicato se reunió por la mañana con la secretaria de Servicios Públicos municipal, Clara García, el ministro de Seguridad Raúl Lamberto y su segundo, Chaumont. "Apuntan a medidas alternativas que no nos cierran. Estamos pidiendo mayor presencia y prometieron el esfuerzo de siempre, que no va a cambiar nada. El malestar es muy profundo y grave, y quieren cambiar un protocolo. Mañana (por hoy) analizaremos los pasos a seguir; por ahora, el paro se mantiene hasta las 6" de hoy.

Los Taxistas Autoconvocados tomaron la misma decisión al término del sepelio de Camilo. Tras la asamblea, se movilizaron a la Terminal de Omnibus, desde donde se quejaron de que personal policial fue a "controlar" lo que sucedía allí, "en lugar de estar buscando al que mató a Camilo", se quejó Gastón Paz.

Sobre las quejas de algunos trabajadores del volante hacia el Sindicato que lidera Boix, el gremialista respondió: "Nosotros no somos seguridad, ni policía, ni gobierno, somos gremialistas, no tenemos poder sobre la seguridad. Los que tienen que garantizarla a toda la sociedad son las autoridades. La situación va más allá de nosotros. Hay gente que desacredita la conducción y busca la desgracia de los compañeros".

En tanto, desde la Fiscalía Regional hablaron de "líneas de investigación concretas y varias medidas" en marcha, para esclarecer el episodio en el que el taxista fue baleado por el ladrón que intentó robarle a su compañero Daniel Petta. "No podemos revelar mayores detalles, pero podemos decir que estamos encaminados y somos moderadamente optimistas", dijo el fiscal Bianchini.

Temprano, el secretario de Seguridad provincial, Chaumont, señaló en LT8 que "la inseguridad no es específica contra los taxistas en forma diaria y desmesurada". En ese sentido, apuntó a evaluar cambios en el protocolo de acción de los choferes, frente a un hecho de robo, a fin de que no vayan antes que la policía a auxiliar a un compañero, como hizo solidariamente Camilo. Al mismo tiempo, dijo que recién hoy volverían a reunirse con los representantes de taxistas para evaluar medidas. Justamente, los trabajadores apuntan a que la policía "demora" en llegar a episodios de violencia y por eso se alerta a los compañeros que puedan estar cerca, para auxiliar.

Hugo Camilo tenía 48 años y tres hijos. La noche del jueves, fue a buscar a su hija Giselle al Sanatorio Plaza, donde es enfermera. A pocas cuadras de llegar a su casa, recibió el alerta porque un compañero suyo estaba siendo víctima de un robo, en la zona. Sin dudarlo fue a intentar ayudarlo. Al llegar a Polledo y Somoza, no advirtó que en el asiento trasero del auto de su compañero estaba el ladrón. Cuando se acercó a preguntarle a Daniel si estaba bien, el ladrón bajó y comenzó a disparar. Hugo aceleró, pero fue alcanzado por una bala en la espalda. Manejó unos metros, hasta Baigorria y Circunvalación y desde allí fue trasladado al Hospital Eva Perón, donde falleció dos días después.