"Bernardo miente como el mismo diablo que duerme cuatro horas, y lo peor es que hipnotiza a la gente para que olvide que antes decía cosas distintas a las que dice ahora", afirma Rebeca, la protagonista de "Querido Bernardo"; novela de la prestigiosa Claudia Selser, periodista recientemente fallecida. La frase extractada por Maria Caila, actriz rosarina que le pone el cuerpo a Queridísimo Bernardo, versión teatral de una historia que cobra hoy cada vez más vigencia; según la intérprete de esta propuesta que retorna a la cartelera local los viernes de marzo, a las 21, en el Teatro Cultural de Abajo (San Lorenzo y Entre Ríos).

"Estas palabras de la novela son un poco el núcleo de la obra, este pobre ser confundido y abandonado, envuelto en un delirio de erotomanía, que lo lleva a estados de alienación; pero siempre desde un humor inocente", dijo Caila a Rosario/12, y recordó su última entrevista con Selser, mientras se reunían con Gigí Barúa para trabajar en la adaptación a la escena de la exitosa novela.

La primera versión de Queridísimo Bernardo se estrenó en octubre del 2011 y se basaba en un cruce entre la adaptación del libro de Claudia Selser; algunos fragmentos escritos por la actriz Lorena Rey y estudios del psiquiatra francés Gatian Clérambault; con la actuación de Caila y la dirección de Barúa.

La novela Querido Bernardo (Diario de Rebeca); nace a partir de una pesquisa que le piden a la periodista de Clarín, acerca de Bernardo Neustadt; para denunciar sus siniestros manejos mediáticos, de allí la fuerte vigencia que cobra esta historia en estos momentos en que los medios de comunicación perfeccionan sus herramientas para garantizar la hegemonía de poderes ocultos; marcando la agenda social.

"Selser me contó que durante el gobierno de Alfonsin le encargaron que hiciera una investigación sobre el accionar de Neustadt; sobre esa manera de caer siempre bien parado con el gobierno de turno y luego cuando ya no eran funcionales a sus objetivos, darles la espalda. Cuando ya estaba casi terminada la investigación, el Poder Ejecutivo la llama para dar marcha atrás con el asunto. Bernardo había arreglado sus intereses nuevamente", recordó Caila a Rosario/12.

Como ocurre habitualmente con las relaciones entre los creadores y las burocracias de turno, los primeros transforman en productos artísticos y esclarecedores los materiales que los funcionarios no se animan a sostener hasta el final, por esas sagradas e incomprensibles "cuestiones de Estado".

"A partir de esa imposibilidad, Selser decide escribir su informe como si fuera una novela, partiendo del supuesto "diario de Rebeca", una costurera, enamorada hasta la locura del periodista que escucha su voz como si le hablara a ella a traves de la radio o la televisión", comentó la actriz de Queridísimo Bernardo.

Rebeca bien podría haber encarnado a ese estereotipo que Neustadt llamó "Doña Rosa", esa parte del pueblo que se "enamoró" no del periodista pero sí de sus "consejos" políticos, de la misma manera que muchas actuales "caceroleras" se identifican con los discursos de los periodistas estrellas de la farándula mediática.

Caila reapareció en escena el año pasado en una potente y perturbadora versión de "Los Prójimos", dirigida por Sergio D'Angelo. La actriz conectó con el director a partir de un taller de máscaras que dictó en La Comedia. De allí surgió la versión local del texto de Gorostiza y luego, ella lo invitó a participar para enriquecer la puesta de Queridísimo Bernardo.

"Hay que animarse siempre a seguir investigando sobre un producto; hasta que uno siente que ya está, que cada función es una entrega al público, y que a su vez esa energía fluye; por eso decidimos junto a Gigí darle a Sergio la posibilidad de un primer acercamiento a la obra, a la que sometimos a un proceso de remasterizacion mediante el cual recreamos el soporte material, dice la actriz.

Queridísimo Bernardo, interpretado por Caila, a la que también puede verse en el regreso de las Hermanas Cullot (ver recuadro) cuenta con la dirección de Gigí Barua, en versión "remasterizada" por Sergio D'Angelo, con el aporte en escenografía del creativo Osvaldo Gonzalez Rubio; Catalina Vittaz Caila e Iván Megido en la técnica y Maite Dujovne en la gráfica.

"El accionar de los medios de comunicación no es inocente, influye en las decisiones de la gente. Es importante plantearse, entonces, miradas un poco más profundas, reflexionar; como siempre me enseñó el lúcido Norberto Campos; con el que compartí casi 20 años de escenario. En todo lo que hagas tiene que haber un mensaje, una posición clara, todo acto es político", dice Caila.