En sintonía con experiencias como Lo mismo que el café y Artificio casamiento, el grupo Rosario Imagina volvió a apostar a una obra en la que el público toma contacto directo, íntimo, con los protagonistas. Y, como aquellas, aquí la apuesta es a lo grande: son quince actrices las que ponen el cuerpo en Heroínas, espectáculo que narra las historias de Vivian Maier, Dora Diamant, Susana "Gricel" Viganó, Ada Falcón, Rosa Campusano, Nina Berbérova y Dora Ratjen, mujeres de distintas generaciones y profesiones que dejaron huellas profundas. Con un staff de once directores --Silvana Battocchia, Diego Bollero, Carolina Torres, Felipe Haidar, Alejandro Leguizamón, Dana Maiorano, Simonel Piancatelli, Soledad Murguía, Carla Tealdi, Natalia Trejo y Julieta Pretelli-- y la dirección general de Juan Nemirovsky, la obra se presentará esta noche, mañana y el domingo en el Gran Salón de Plataforma Lavardén (Mendoza 1085), siempre en dos funciones: a las 20 y 21.30.

Desde su estructura escénica, Heroínas propone quince bases en las que grupos de seis espectadores reciben a las actrices, que desarrollan sus historias en primera persona. Cada noche, tres actrices dejan su marca en cada base, haciendo de la obra un trabajo que invita a regresar para descubrir nuevas historias. "Son siete historias reales, que parten de material periodístico. Todas hablan de mujeres que han sido inspiradoras o han labrado una historia, artística o no, desde el anonimato", apuntó Nemirovsky, conductor general del elenco que conforman Noemí Asenjo, Marianela Chicón, Laura Copello, Sofía Dibidino, Laura Forla, Mariela Feugeas, María E. Lenci, Yanina Mennelli, Natalia Pautasso, Mariana Pevi, Julia Piaruchi, Clara Rajz, Car Rosso, Gisela Sogne y Romina Tamburello.

De reconocida trayectoria actoral, para Nemirovsky la posibilidad de asumir la dirección general del proyecto lo conectó con "el espíritu que arrastran estas heroínas". "Tiene que ver con esto de trabajar con mucha determinación y pasión en algo que te moviliza mucho (que puede ser la fotografía, el atletismo, la escritura). En mi caso me identifico con ellas desde lo independiente y alternativo que significa ser un actor de provincia. Desde que soy parte del ambiente teatral rosarino he disfrutado mucho de cruzarme en los pasillos con la gente de teatro, y esta era una oportunidad de producir junto a actores que uno conoce hace mucho, o bien con nuevas generaciones, pero logrando que el cruce no quede solamente en lo social sino en el trabajo junto a los colegas".

En esa posibilidad de trabajo conjunto, Nemirovsky buscó que cada uno de sus colegas directores aportaran sus propios rasgos. "El trabajo se abordó con libertad total, nada hubiera sido posible sin estos directores que se apropiaron del trabajo del grupo con mucho afecto y determinación. Sí hubo una negociación respecto a las necesidades de la obra general respecto a las particularidades de cada monólogo, pero sin duda la fuerza mayor son estos monólogos, y el crédito lo tienen estos directores y actrices en particular", distinguió el conductor general de un proyecto basado en una idea original de Rody Bertol.