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Viernes, 31 de julio de 2015

CONTRATAPA

Los mitos del Pasaje Pan

 Por Fernando Artana

Es común el despiste de creer que su denominación de pasaje se debe a que comunica calle Córdoba con calle Santa Fe, pero los perspicaces saben que ese nexo es circunstancial. La verdadera conexión que realiza el pasaje Pan es entre dos dimensiones distintas, tal cual puede comprobarse con solo ingresar a él. Pero lo que aquí nos importa es saber por qué se llama Pan, y a esto se debe la siguiente investigación que ha arribado a conclusiones que cambian la visión de lo que hasta ahora se creía.

La tradición oral indicaba que el nombre del pasaje respondía al apellido de un controversial personaje ligado a los orígenes del edificio, conocido principalmente por el nombre de Mr Pam. A poco de revisar la documentación nos percatamos del caos. Los datos se presentaban contradictorios, algunos incluso parecían ser de broma.

Al adentrarnos más en el tema arribamos al cuasi convencimiento de que la confusión fue causada ex﷓profeso y nos preguntamos el motivo. Hoy, hemos reunido sobradas evidencias para asegurar que lo que a continuación expondremos, responde a la verdad histórica.

En la mitología griega, Pan es el dios de la fertilidad y de la sexualidad masculina desenfrenada. Dotado de una gran potencia y apetito sexual persigue los favores de las ninfas por los bosques. Para solaz del lector, nuestra investigación determinó que este dios fue efectivamente quien inspiró el nombre del pasaje conforme a las actividades para las cuales fue originalmente construido el edificio y que se desarrollaron durante algún tiempo en el lugar.

En esas primeras épocas del pasaje se daba cita una gran concurrencia. Se organizaban juegos de escaramuzas por pasillos y locales hasta terminar todos involucrados en salvajes saturnales. Seguramente los despistados creerán que los asistentes eran imitadores de sátiros y ninfas, en cambio los perspicaces darán por sentado que se trataban de deidades mitológicas auténticas.

Luego llegaron las épocas de pacatería y moralina. El nuevo orden erradicó aquellos simpáticos divertimentos. Los locales que antes habían sido usados para celadas, escondites, escaramuzas y saturnales, pasaron a ser ocupados por instituciones decentes como la asociación de esperanto, el sindicato de fabricantes de ladrillos o la editorial rotaria.

La cruzada moralista fue aún más lejos: se propuso borrar el vergonzoso pasado del lugar. Para ello eliminaron registros y fraguaron otros. Paradójicamente, la desprolijidad con que lo hicieron, incurriendo en numerosas contradicciones e inconsistencias, generó el desconcierto inicial de nuestra investigación que nos dio la clave para acertar luego en el camino correcto.

Una de las primeras acciones para evitar relacionar el pasaje con el escandaloso dios griego fue cambiar la n por la m: Pan o Pam es una confusión que persiste hasta nuestros días. Pero eso no aclaraba el origen del nombre, por el contrario, creaba un misterio que incitaba a una curiosidad contraproducente a los fines del ocultamiento. Había que ofrecer una explicación convincente que desterrara definitivamente al dios griego. Así es como entra en esta historia el nombre de Mr Pam.

Como suele suceder en estos casos, para aniquilar un mito se crea otro y se lo convierte en la versión oficial. Salvando las distancias, podríamos hacer la analogía de cuando el cristianismo se impuso sobre las religiones paganas y reemplazó el mito de la sensual Venus por el de la pudorosa virgen María. De la misma manera Mr Pam es la antítesis del dios griego: Mr Pam es un personaje ermitaño, antisocial y convenientemente casto.

Sin embargo, como todo mito, se cree que también se nutrió de alguna verdad, en este caso de alguien que se estima habitó en los altos del pasaje. Esta investigación ha intentado además determinar qué hay de mito y qué de verdad en ello.

Empecemos por desmitificar el nombre de esta persona. Se han barajado muchos: Reginald Rufinus Pam, Emerald Christofurus Von Pam, Tokonichi Pam, Nikola Gregor Pampovich, Kostas Pampodopulos, Jacques Pampidour, Bartolomeo Giuseppe Pamplina, Peter Pan o Sammy Davis Junior. Cualquiera podría ser el verdadero, incluso otro.

El controversial habitante de los altos del pasaje habría tenido un título nobiliario. En distintos documentos figura como Sir Pam, Herr Pam, Von Pam, el Duque de Pam, Conde de Pam, Marqués de Pam, Barón de Pam, o incluso su majestad: el rey Pam. Varias panaderías de la época, aprovechándose de la popularidad del mito y de la confusión entre Pam y Pan, usaron esos nombres para bautizar sus establecimientos como forma de publicidad. Intereses comerciales como estos, sumados a otros de índole recreativo de macaneadores de sobremesa, realimentaron el mito inicial, terminaron de moldearlo y a la vez, generaron más confusión.

Hay otros documentos que señalan que Mr Pam efectivamente mandó a edificar el pasaje, pero se trataría de una obra "pre natum", o sea, construida antes de que él naciera.

Se encontraron dificultades para determinar a qué se dedicaba. Los registros dicen que trabajó como auxiliar contable, talabartero, enano de circo, modelo publicitario, encantador de serpientes, estatua viviente, y doble de riesgo del teletubby amarillo.

Tampoco se sabe el motivo por el cual llegó al país, pero sí que vino huyendo de la guerra. Se desconoce de qué guerra, pero sí que había sido tomado prisionero. No se sabe por quienes, pero sí que se evadió o fue liberado. Se ignora cuándo ni de qué forma ingresó al país, pero sí se determinó con exactitud el nombre del barco y la fecha de arribo. No se conoce de qué país era oriundo, pero sí que su idioma natal era el esperanto. Se sabe que hablaba 29 idiomas, pero en 28 de ellos, él mismo desconocía lo que decía.

Además no se ha podido establecer en qué lugar preciso del pasaje habitaba, pero se sospecha que residía en otro lado.

Para finalizar este informe, diremos que por más contradictorias y ridículas que sean las informaciones, hay algo que nadie discute y es que existió alguien a quien llamaron Mr Pam. Todos en el pasaje ﷓despistados o perspicaces﷓, no han tenido dudas de su existencia ya que desde siempre han visto con sus propios ojos al fantasma de este sujeto persiguiendo ninfas por los pasillos del pasaje.

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