Cuando, después de dar comienzo con un proceso "de lo más elemental" y mientras se encontraba en Venezuela como cantante de un elenco teatral, Luis Baetti recibió un mensaje de Litto Nebbia, vio cristalizada la posibilidad de ver editado su Rosario de tangos. Porque luego de que el cantante y guitarrista le acercara una copia de esa obra registrada en el estudio de Luis Chazarreta y Néstor Basurto, fue el creador de Los Gatos quien retomó el contacto y le ofreció publicarla en Melopea. Esta noche, la placa tendrá su presentación oficial, en un show que se desarrollará desde las 21.30 en La Casa del Tango (España y Wheelwright), y en el que Baetti estará acompañado por Leonel Lúquez (piano), Pedro Alfieri (contrabajo) y Raúl Salani (bandoneón), mientras que ante la presencia de Chazarreta, Basurto y Pepe Ferrer se permitirá un segmento a cuatro guitarras y contrabajo.

Para Baetti, no es menor el hecho de que su selección de tangos haya recalado en el sello creado y dirigido por Nebbia, según distinguió en su diálogo con este medio: "Para mí es un honor, porque el de Melopea es un catálogo muy serio, con excelentes artistas argentinos. Y además me hizo saber que era excepcional que él editara discos no producidos por él, y este es un material que se grabó con mi producción artística".

Mientras tanto, en relación a la construcción del disco, el repertorio se elaboró a partir de la búsqueda entusiasmada del cantante, quien precisó: "Hace unos cuantos años que vengo indagando en el tema del tango, y nunca termino de quedar embelezado con joyas que aparecen. La elección tiene que ver estrictamente con lo que el tema me dice melódica y poéticamente. Y me gusta esa especie de pesquisa, ese trabajo de arqueólogo de buscar en ese repertorio que a lo mejor no es el más conocido, que no ha sido favorecido por la difusión o por el gusto de la gran mayoría. Pero que creo tienen un valor artístico muy importante, con autores como Joaquín Mora, Omar Maderna, muchas cosas de los hermanos Expósito que por ahí no son tan conocidas. Y también hay un par de temas de Gardel".

En esa línea, Baetti se reconoció como un músico atrapado por los autores clásicos. "No me creo un tipo muy viejo, a pesar de que tengo 44 años, pero por ahí me he cuestionado si me he puesto viejo y creo que todo tiempo pasado fue mejor (risas). Pero me pasaba cuando era más joven también, me cuesta mucho desprenderme del magnetismo, de la potencia de tipos como Homero Manzi, como Discépolo, como los Expósito, como Castillo. Creo que son muy difíciles de empatar. Al menos siento una cuestión de plenitud con esas letras, una identificación muy grande, y me cuesta correrme de esos cánones".

Mientras tanto, en tiempos en los que muchos consideran que la subsistencia del género puede lograrse desde las experimentaciones y cruces con otras corrientes musicales, en su Rosario de tangos Baetti optó por un tratamiento más ligado a lo formal. Sin embargo, distinguió: "Si bien es un disco de tangos en cuanto a que está aferrado y ceñido a las cuestiones elementales del género, mi propuesta procura ir más allá de la del cantante. Yo me considero un cantante--músico, y a partir de las posibilidades de versionar busco un perfil propio".