El viento sigue soplando es el título del libro de Marianela Scocco que lleva como subtítulo "Los orígenes de Madres de Plaza de Mayo de Rosario (1977-1985)". Conocer cómo empezó la historia local de estas mujeres que con sus pañuelos blancos marcaron un hito en la historia de la resistencia popular es necesario, y también urgente. Norma Jalil y Darwinia Galicchio murieron en 2008; Esperanza Labrador falleció en 2011. La mayoría ya no está, y algunas tienen la salud muy deteriorada. Sólo dos siguen yendo cada jueves a la plaza: Norma Vermeulen y Elsa "Chiche" Massa. Con los métodos de la historia oral, con rigurosidad de historiadora, pero también con el acercamiento que le da haber formado parte del Grupo de Apoyo de las Madres, Scocco traza el derrotero que empezó con la incertidumbre y el horror de la dictadura, y siguió durante todos estos años. En 1985 se constituyó en la ciudad la delegación de Madres de Plaza de Mayo, que diez años después, por diferencias con la Asociación que dirigía Hebe de Bonafini, tomaron el nombre de la plaza de Buenos Aires y Córdoba, donde instalaron su reclamo.

"Uso lo que llamo estrategia metodológica de contar a través de las historias de vida de cuatro de ellas las historias de los diferentes organismos. Por un lado porque me parecía que eran ilustrativas, representativas de esos organismos, y por otro lado y, al mismo tiempo, porque al haber sido figuras tan importantes, aparecen en los documentos, donde más pude recabar información sobre sus historias. A algunas de ellas las entrevisté", cuenta Scocco sobre las historias centrales que desarrolla en su libro, que lleva prólogo del periodista, escritor y diputado provincial por el Frente Social y Popular, Carlos del Frade. El libro se presentará este martes, a las 19.30, en Amsafé Rosario (Catamarca 2330), con la presencia de Del Frade y de Matías Díaz. Aunque no a todas haya podido entrevistarlas personalmente, Scocco sí se nutrió de otras entrevistas y fuentes documentales para contar la historia. Por ejemplo, la familia de Darwinia donó toda la documentación al Museo de la Memoria, donde puede consultarse.

"Darwinia fue siempre muy conocida en Rosario. Recuerdo de chica que la que salía, la que era referente era Darwinia. No era tan así Nelma en los últimos años, sin embargo Nelma -y eso lo dicen todos los que la conocieron- fue la figura que las aglutinó, es como una Azucena Villaflor, fue la que las buscó, la que empezó los contactos en Buenos Aires, fue casa por casa, investigó caso por caso de cada uno de los hijos de las madres, las reunió y estuvo en la búsqueda hasta el último día. A pesar de que ella en la transición democrática supo que su hijo fue asesinado en Los Surgentes, siguió hasta el último día en Madres". Nelma Jalil era la madre de Sergio Jalil, desaparecido en 1976.

Otra historia que el libro toma es la de Esperanza Labrador. "Esperanza había nacido en España, tenía un acento español maravilloso, una chispa increíble, y era una mujer que tenía una fortaleza... A Esperanza se le había muerto un hijo antes de la dictadura, en un accidente, y luego la dictadura le desaparece un hijo, y le mata a su marido, a otro hijo y a su nuera. Terrible, es increíble que una persona se pueda reponer de eso. Sin embargo, Esperanza tenía una fuerza admirable", recordó Scocco a la mujer que se enfrentó al entonces comandante del II Cuerpo de Ejército, Leopoldo Galtieri, y lo enfrentó por el destino de sus hijos. "Esperanza estuvo hasta el último día yendo y viniendo de España, no dejó de buscar a su hijo", rememoró.

Entre las mujeres cuya historia rescata Scocco como parte de una historia mayor, Norma Vermeulen es una de las dos que siguen rondando. "Y al mismo tiempo como ella misma dice, es la más antigua en la lucha, porque también empezó muy temprano, cuando la fue a buscar Nelma a su casa, porque ella relata que fue así, que le cuenta cómo había desaparecido su hijo, porque Nelma había hecho las averiguaciones. Desde ese día que comienzan en Familiares hasta hoy, Norma no paró de estar todos los días en la plaza, buscando, reclamando por su hijo. Norma no pudo saber el destino de Osvaldo, que era su hijo, así que creo que lo sigue esperando y que lo va a esperar hasta el último día".

El título del libro Scocco lo tomó de las palabras de otra Madre inolvidable, Elida López, pronunciadas en el Acto por el 30 Aniversario del golpe de estado, en 2006. Otras integrantes de Madres fueron Noemí De Vicenzo, Matilde Toniolli, Nelly Galasso, Herminia Severini, Lucrecia Martínez, Elvira Finsterwald, Nélida Moro, Elena Belmont, Marta C. Hernández, Adela Forestello, María Rosa White, Irma Molina, Elisa Medina, Hayde Garat, Blanca Potti, Laura Elsa Tasada, Ana María Díaz, Francisca Acosta, Beatriz Di Fiore y Angela Tovo.

Scocco había participado en el documental Arderá la memoria, realizado en 2010, que recoge las voces de muchas Madres que ya no están. "La precisión y la contundencia de la investigación de Marianela deja espacio para la valoración del amor, la memoria, la dignidad y los valores colectivos; palabras y sustantivos que son despreciados por quienes entienden la vida como otro tiempo más de simple acumulación de riquezas", escribe Del Frade, en el prólogo, y suma: "Por eso el valor estratégico de esta obra que hoy comienza a intentar llegarle a la cabeza y al corazón de cualquier lector. Porque más que nunca, en esta Argentina manejada por un proyecto político y económico a imagen y semejanza de los proyectos del gran capital, es fundamental revivir los proyectos de los hijos de estas Madres, que son ejemplo de lo humano por encima de la ferocidad del capitalismo".