Transparentar las prácticas locales de formación de artistas, generalmente opacas; descorrer el fetiche de la genialidad inspirada para develar la trama social de la transmisión de modos de hacer arte y de pensarse como artistas, en Rosario y alrededores: de eso se trata una apasionante exposición colectiva multimedia de obras y documentos que hasta fin de julio puede recorrerse, mirarse y escucharse, y donde también es posible participar aprendiendo o aportando datos y memoria.

Ejercicios. Formación, aprendizaje e intercambios en el arte contemporáneo, en el Museo de Arte Contemporáneo de Rosario (Boulevard Oroño y el río, jueves a martes de 14 a 20) ofrece un recorrido por singulares e influyentes experiencias locales de enseñanza efectuadas por instituciones y artistas desde los años '60 hasta la actualidad.

La exposición convoca a una reflexión sobre los circuitos donde los artistas contemporáneos producen saberes y los hacen circular. El recorrido se abre en la planta baja con una Estructura primaria y una frase de la artista y docente Noemí Escandell (UNR): "No avasallar, ni atemorizar, ni dar poco, hay que ser oportuno con el conocimiento". Se complementa esta muestra con la exhibición Galería El taller. Una iniciativa de autogestión pedagógica y expositiva en los años 60, desarrollada por Juan Grela y Aid Herrera, en el CMD Norte "Villa Hortensia" (Warnes 1917), hasta el 31 de julio. Tanto allí como en el primer piso del Macro se pueden conocer (a través de registros, obras, documentos y testimonios de varias décadas) las actividades docentes de estos dos artistas en sus talleres de la zona norte de Rosario.

En el Macro, el fotógrafo Norberto Puzzolo, el pintor Rodolfo Perassi y el dibujante Julián Usandizaga (en timbres diversos, en un tono que evoca al de la voz de Grela) desgranan sus recuerdos en audio como alumnos de Grela y Aid, que acompañan sus legados atesorados: un libro de consulta anotado por el maestro; cuadernos de ejercicios que con toda prolijidad dejan "tarea" o evalúan los trabajos; guías y diagramas de teoría del color; una lista de alumnos que pasaron por el taller o materiales de la exposición del pintor Juan Berlengieri organizada por "El Taller". Se muestra el revés de un cuadro de Grela, detalle que anuncia las trastiendas y cocinas que se verán más arriba.

Es una muestra para leer y escuchar. Hay aquí mucho escrito de puño y letra, o a máquina; se oyen diversas voces que reflexionan. Hay sillones donde sentarse al calor de esas remembranzas, vitrinas donde contemplar esas caligrafías y sus anacrónicos soportes, o mesas donde hojearlas. Las más expresivamente silvestres y las más artesanalmente hermosas son las de los presos de la cárcel de Piñero que participaron en el taller de fotografía y escritura Foto Crazy. Allí la foto hizo de espejo digno, la mirada marcó espacios, la letra abrió la libre expresión de las emociones, la metáfora sirvió de línea de fuga o de disparador del humor: "Este hotel es muy selecto y para ser admitido hay que hacer muchos trámites...", escribe uno de los "muchachos".

De aquel taller semanal salieron músicos, poetas, fotógrafos, hombres libres y un performer capaz de realizar un mágico y simbólico acto de escapismo, como se puede apreciar en el registro videográfico de la inauguración en la muestra colectiva del piso 7. El año pasado, el proyecto iniciado en abril de 2012 obtuvo un premio en el Salón Nacional del Museo Castagnino. Pero en abril de este año, el Tribunal de Cuentas del Servicio Penitenciario suspendió las partidas presupuestarias destinadas a los profesionales contratados para coordinar talleres en ese y en otros dos penales del sur de la Provincia de Santa Fe. La triste noticia se enmarca en una sala de paredes vacías. El 30 de junio a las 18, en el aula taller del piso 5 del Macro, habrá un video, una lectura y una conversación con miembros de Foto Crazy. Para el 15 de julio a las 19 se anuncian los Video tutoriales Foto Crazy + Sr. Woman en "Lady Ray Van Ring". ¿Continuará?

También conmueven las imágenes de barrio tomadas por niños, niñas y jóvenes en los cinco libros de la serie Destellos de la Escuela de Experimentación en Cine y Fotografía. O las obras y las herramientas del Taller Retorno Analógico que coordina en la Escuela Musto la fotógrafa Gabriela Muzzio. Ellos y Camarón son los proyectos invitados al piso 4 donde el anfitrión es Mirar, hacer, decir, el taller de conversaciones sobre fotografía contemporánea de Andrea Ostera. Titulada +room, la muestra del piso 4 suma un espacio virtual que incluye un blog, un grupo de Facebook y una cuenta de Instagram.

Se recomienda asistir el 2 y 23 de julio, a las 16, con lápices y ganas de dibujar, a los talleres abiertos que desarrollarán Silvia Lenardón y Pauline Fondevila, quienes conducen desde 2013 el taller de covers artísticos Un triángulo y una calavera. Este versionó ahora la colección de dibujos del Castagnino+macro. Así, en el piso 3, obras de Tsuguharu Foujita, Guillermo Roux o Eduardo Favario cobran nueva vida, reinterpretadas. Otra impulsora del dibujo, Claudia del Río, expone 43 años de cuadernos diarios en el piso 6.

Con testimonios y un archivo en construcción al que puede sumarse material cada jueves, el piso 2 recupera el Taller de Arte Experimental (TAE) de la Escuela de Bellas Artes de la Facultad de Humanidades y Artes de la Universidad Nacional de Rosario. Ver la agenda completa en http://castagninomacro.org.