Lejos de esa superficial fachada artística construida por la dupla a lo largo de sus videoclips --sin duda, uno de los factores que contribuyeron a su crecimiento continental--, desde el otro lado de la línea Jonás González responde con serenidad a las preguntas de Rosario/12. Sin visos de la estridencia que ha caracterizado a Plastilina Mosh desde sus innovadores comienzos, el cantante y guitarrista mexicano (fundador del dúo junto a Alejandro Rosso González, a cargo de los teclados, programaciones y voz) recibe el llamado mientras disfruta de una cerveza en suelo mendocino. Y el gozo resulta evidente para un músico que, en la cuarta visita de PM a la Argentina, por primera vez recorrerá el interior del país, en una gira que esta noche tendrá su escala en Rosario, cuando a las 20.30 el grupo se presente en el Patio de la Madera, en un show que sumará como teloneros a los locales Sinapsis.

"Para nosotros es bien divertido poder ir más allá de las capitales --admitió el guitarrista--. De las cosas que más piensas, pretendes o sueñas cuando estás haciendo música es que te escuche la mayor gente posible, entonces que te soliciten fuera de tu país es muy grato. Hablamos español pero las culturas son un poquito diferentes, entonces es bien chido que te estén buscando para tocar en lugares que tú no conoces, y obviamente tú no conoces a lo que están habituadas esas personas que te va a escuchar".

-A partir de estos cruces culturales y considerando que Plastilina Mosh es una banda amplia en cuanto a sus contenidos, ¿les interesa rebuscar cuestiones musicales para incorporar a su obra?

-Sí. La verdad eso se nos da porque somos fans de mucha otra gente que hace música, desde muy vieja hasta actual, entonces no nos cuesta mucho trabajo el hecho de brincar de un estilo de música a otro. Y cada viaje es como para nutrirse, estar ahí aprendiendo un poquito, robándote otro poquito y ver qué pasa con cosas que no son tan comerciales o no tienen tanta exposición fuera de sus países. Entonces cada viaje es una renovación para estar ahí aprendiendo e incorporando cosas.

Si de cruces se trata, Plastilina Mosh ha sabido explotar a la electrónica como un elemento desde el cual fusionar a diversas vertientes del rock y el pop. En ese sentido, luego de su paso por Argentina, el grupo continuará con shows en Canadá, Chile, Paraguay y México, para después volcarse al registro de un nuevo disco. Allí seguramente la electrónica volverá a tener preponderancia, aunque siempre como un condimento, según González.

"Nunca he creído que la electrónica tenga la capacidad y la intención de desplazar al rock. Creo que el rock más que un estilo de música es un estilo de vida, entonces es mucho más fuerte que cualquier ritmo. Creo que es la actitud la que no se puede desplazar. El rock de hoy no suena igual que el de hace treinta años, es algo que se va regenerando y renovando. Entonces creo que hoy día la electrónica es simplemente una herramienta más, no es más que una manera de arreglar la música, de arreglar al rock. Entonces yo no los veo separados. No puedo verlos como dos estilos diferentes, simplemente lo veo como una ramificación de esto. Nosotros también empezamos en la electrónica por nuestra circunstancia, porque en ese tiempo estábamos muy concentrados en componer y no tanto en arreglar, entonces para tener una banda de rock que estuviera bien enfocada en componer... tal vez un bajista no hubiera entendido que la canción necesitaba de un bajo de teclados y no un bajo de cuerdas. Entonces se aburrían y se nos iban. Tuvimos en algún momento baterista, en algún momento bajista, y se nos fueron siempre, porque éramos un grupo más de idea que de ejecución, entonces nos vimos forzados a tener que hacerlo muy electrónico. Pero nuestra intención desde un principio era estar usando los recursos", apuntó.