Artífice de auténticos sucesos argentinos en materia de danza (del "Magnificat" de Bach a Boquitas pintadas de Puig, pasando por la Alicia basada en el clásico de Lewis Carroll, Tango o La Consagración de la Primavera, de Stravinsky), con algo más de cuarenta años de trayectoria sobre sus espaldas, el polifacético Oscar Araiz llega a Rosario en lo que promete ser la única presentación del gran coreógrafo y director en su tierra. En el marco de ciclo "Expresiones en la explanada", que lleva adelante la municipalidad en el Centro Cultural Parque de España (Sarmiento y el río), esta noche, a partir de las 21, Araiz llega a la ciudad para presentar un espectáculo que reúne un puñado de sus mejores piezas a cargo de su compañía más reciente: el Ballet de Bolsillo.

--¿Cómo nace el concepto de "Ballet de Bolsillo"?

--El grupo se formó hace casi once años, en 1996, y nació de la necesidad de tener un grupo independendiente, donde la gente se pudiera reunir por placer, por afecto. Por eso el elenco del Ballet de Bolsillo es inestable: puede ser dos o veinte. Lo integran alumnos y maestros, gente joven y no tanto, profesionales de distintas disciplinas.

--Una pregunta que le habrán hecho mil veces: entre tanto eclecticismo en su producción, ¿cómo definiría lo que hace?

--No soy la mejor persona para definir lo que hago. En el ámbito de lo clásico me tildan de contemporáneo y viceversa. Pero eso es algo a lo que me he ido acostumbrando. En realidad no me preocupan demasiado los géneros; me interesa el lenguaje del cuerpo. Por eso nunca me cuestiono si lo que hago tiene mucho de clásico o de contemporáneo o de experimental, o de comedia musical, o de tango, o de danza española. Es lo que sale, lo que siento.

--En este sentido, ¿qué lo inspira?

--Muchas cosas, pero diría que fundamentalmente la música. Sí, por supuesto tengo obras basadas en cuentos, en novelas, en episodios históricos o políticos, pero creo que al final de cuentas lo que define, lo que me llama a crear algo, siempre es la música.

--¿Qué proyectos tiene para este año?

--Después de dejar la dirección del Colón, me he dado cuenta de lo importante que es sentirse libre a la hora de trabajar. Así me siento ahora. Esto no quiere decir que la gestión pública no me haya dado satisfacciones, y muchas. Pero sentí que llegaba a un punto en el que yo no le hacía bien a los que estaban alrededor mío y al revés, de modo que decidí dejarlo. A partir de ese momento he tenido una importante cantidad de propuestas. Lamentablemente casi todas del exterior. Es más, le adelantaría que lo que voy a hacer en Rosario, es prácticamente lo único que haré durante el año en la Argentina.

--¿Y cuál cree que es el motivo de éste fenómeno?

--Me parece que hoy por hoy en este país faltan espacios, faltan productores para propuestas como lo que hacemos. Creo que habría que empezar a pensar en eso más seriamente...

Oscar Araiz es coreógrafo y director. Formado en danza contemporánea y académica se interesó rápidamente por la composición. Fundó y dirigió

el Ballet del Teatro San Martín y hasta no hace mucho dirigió el del Teatro Colón. También contaron con su batuta, elencos como el Ballet del Grand Theatre de Ginebra, el Ballet del Teatro Argentino de La Plata y, desde mediados de la década del 90, el Ballet de Bolsillo. Con este elenco, de corte independiente y tan heterogéneo como aleatorio en su formación y repertorio, debutó en 1996 en el Teatro "Margarita Xirgu" con el estreno de "Cante Jondo", a lo que seguirían recordados espectáculos como "Escenas", "Rapsodia", "La cabalgata argentina" o, más recientemente "Torito", sobre el cuento de Julio Cortázar.

Actualmente, la compañía está integrada por los bailarines Aymará Parola, Daiana Peralta, Carolina Espósito, Jimena García Blaya, Elena Ponce, Giuliana Rossetti, Josefina Bermúdez, Gustavo Bravo Alaminos, Javier Abeledo, Rafael Peralta, Federico Mastromarino, Juan Manuel Ortiz y Omar Saravia.

En la oportunidad, el espectáculo que Oscar Araiz y el Ballet de Bolsillo traen a Rosario estará compuesto de tres piezas de su autoría: "Pléyades", pieza fundamental de Stelle; "Adagietto", una coreografía sobre obra de Mahler y el visitadísimo y fructífero "Bolero" de Ravel, un clásico que a propósito de la extraordinaria visita de Lalo Schifrin a la Argentina el año pasado, Araiz reformuló especialmente para él.