Ideado por el grupo Poetas del Boulevard, e implementado por la comisión organizadora que integran los también participantes Marcela Armengod, Celia Fontán, Nora Hall, Victoria Lovell, Alejandro Pidello y Armando Santillán, esta tarde se llevará a cabo la primer reunión del ciclo "Por orden alfabético", envío que continuará desarrollándose los miércoles de noviembre en La Muestra. Media docena de autores rosarinos leerá sus obras, en un encuentro que tiene como objetivo el de poner al tanto a vates y público en general acerca de la producción artística de casi treinta de creadores locales.

En ese marco, a los ya citados se suman Omar Aguiar, Lidia Benas, Concepción Bertone, Pedro Bollea, Graciela Cariello, Rosa Celentano, Malena Cirasa, Sonia Contardi, Ana María Cué, Enrique Gallego, Raúl García Brarda, Any Lagos, Humberto Lobbosco, Ana Makianich, Héctor Píccoli, Carlos Piccioni, Eugenio Previgliano, Clara Rebotaro, Ana Russo, Rubén Sevlever, Ada Torres, Eduardo Valverde y Edgardo Zotto. Todos ellos se distribuirán en las distintas reuniones por ese estricto orden alfabético, medida que tiene como meta la de no establecer jerarquías dentro de las jornadas de lecturas.

Sin embargo, los organizadores sí se vieron obligados a desarrollar un sistema de selección al momento de diagramar este primer ciclo, según precisó Pidello a Rosario/12: "Se empezó por tomar a las generaciones del 30, 40 y 50 para iniciar la cosa, porque por ahí pensamos que a lo mejor el año que viene se pueden seguir haciendo expresiones como estas con otra gente. Obviamente hubo que jerarquizar algunas cuestiones, porque teníamos un mes de programación. Primero hicimos una jerarquización cronológica, pero todavía quedaba bastante densa la grilla, entonces en una segunda priorización tratamos de convocar a la gente que menos estaba en danza, la que se escuchaba menos y que sabíamos que seguía en actividad. Además debían tener alguna una obra publicada".

Asimismo, cada miércoles se presentará un exhibidor con los libros de los poetas presentes en esa sesión de lectura. Y, en una nueva medida unificadora, el precio de los ejemplares será tan único como accesible. "La idea de separar por generaciones implicaba también una separación estética, de costumbres, de lugares de reunión, de una serie de factores que hacían que ese grupo tuviera un tono, un registro muy similar, algo que en Rosario no ocurría", remarcó Hall.