Sábado, 25 de agosto de 2007 | Hoy
CULTURA / ESPECTáCULOS › LOPEZ PUCCIO LLEGA CON SU PRESTIGIOSO CORO DE 30 VOCES
Bajo la batuta del maestro Carlos López Puccio, el Estudio Coral Buenos Aires --prestigiosa agrupación de 30 voces mixtas-- presentará, este martes, a las 21, en el Teatro El Círculo (Laprida y Mendoza), un programa de altísima calidad, en todos los sentidos. Exigente para cantantes y público y con obras de gran belleza, elevada complejidad y notable virtuosismo.
En programa figuran obras de Aaron Copland ("In the beginning"), Gabriel Fauré ("Madrigal Op. 35"), Alberto Ginastera ("Lamentaciones de Jeremías Profeta"), Edward Elgar (Lux aeterna), Arnold Schönberg (Friede auf erden), Krzysztof Penderecki (Veni creator) y Johann Sebastian Bach (Singet dem herrn). Siendo en su mayoría piezas que pueden situarse estilísticamente dentro de la vanguardia musical, resulta extraño la aparición de la figura de Bach en el programa, incluyendo esta obra a doble coro, el motete más complejo y virtuoso de los seis que escribió.
"En cuanto a Bach, surgió de un pedido de Mario Videla --cuenta a este diario el director rosarino--. El barroco no es mi especialidad, pero lo vocal sí. Y me pareció una noble causa para salirse de la norma, aunque tuve no pocas dudas y muchas decisiones que tomar. Hay muchas maneras 'oficiales' de hacer barroco hoy en día, y con Bach las opiniones se exacerban aún más. Yo opté por una versión que explota las posibilidades del coro traduciendo la obra con cierta perspectiva instrumental".
Con esta excepción del autor barroco (habiendo López Puccio optado en la intepretación por una lectura muy articulada, adhiriendo a la moderna corriente que emula la articulación vocal a la practicada por los instrumentos), el programa es el típico de los que viene haciendo el Estudio Coral desde hace años: obras del Siglo XX con la más amplia paleta posible de estéticas, incluyendo además dos o tres toques de color romántico.
"Entre las obras hay siempre algunas que difícilmente puedan escucharse en programas de coros menos profesionales. Un buen ejemplo es la bellísima 'Friede auf Erden', de Schönberg, que fue considerada incantable en el momento de su composición en 1907, lo cual obligó al autor a realizar una segunda versión con doblaje orquestal para permitir su estreno", explica el Les Luthiers.
El Penderecki y el Bach entran en la misma categoría, y no es para menos: por el rol en el que se sitúa al Estudio Coral en el panorama coral argentino, sus programas no pueden tener obras menores.
"Para mí significaría desperdiciar el instrumento de lujo que tengo la suerte de dirigir y el esfuerzo que mis cantantes hacen para sostener el trabajo. Trato de que nunca haya obras intrascendentes o momentos de relleno en nuestros programas", consiente López Puccio.
Hablando de sus preferencias musicales al maestro le desagrada toda la música sobre un ostinato de cualquier índole; no le gusta la "variación" en ninguna de sus versiones (ni las de Beethoven, ni las del jazz, ni las del rock, ni las del minimalismo), rechazo que, piensa, proviene de su propia sensación de búsqueda obsesiva. "Creo que la repetición hasta el infinito de un módulo de cualquier naturaleza se dirige a un aspecto primitivo del ser humano, entre lo infantil y lo primario. Y esto no coincide con mi concepto de arte" argumenta enfático.
Una pregunta obligada es qué autores del pasado son sus referentes. Uno de sus favoritos es Richard Strauss. "Me fascina la magnífica tozudez con la que compuso obras maravillosas sin bajarse de la estética del XIX", acota. "Es que los autores que son puntos de inflexión en la Historia del Arte, tuercen su recorrido. Por eso es tan singular encontrar un bicho como Strauss, que hace una obra genial al costado del camino, sin torcerlo y sin plantearse por dónde debe transitar. Pero hay otros personajes que me parecen formidables por la contraria, por estar clamando en el desierto: Gesualdo, por ejemplo, el último Beethoven".
Apasionado desde siempre por el canto coral, tiene sin embargo una vasta experiencia en lo orquestal, habiendo dirigido orquestas y realizado montajes de óperas. Discípulo de Cristián Hernández Larguía, César Ferreyra, Ljerko Spiller y Erwin Leuchter, a quienes cita como "mis maestros más queridos", fue además Director del Coro Polifónico Nacional y Consejero Artístico del Teatro Colón. Futuros proyectos con el Estudio Coral incluyen una gira europea en mayo, invitados a un importante festival en Alemania, en donde piensan incluir una obra sacra argentina: la misma obra de Alberto Ginastera que se escuchará este martes en Rosario, por primera vez.
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