Sábado, 11 de febrero de 2006 | Hoy
Por Gary Vila Ortiz
La primera edición de Otras inquisiciones de Jorge Luis Borges fue realizada por Sur a mediados de 1952. Contenía piezas que abarcaban, tal cual lo expresaba el título, de 1937 a 1952. Sin embargo, por mi parte, nunca encontré esa que escribió en 1937. En ese año Borges publicó, entre enero y diciembre, 19 trabajos. Ninguno de ellos se encuentra en la mencionada primera edición. Es posible (y también lo es que alguien ya lo haya señalado) que se trate de algo que Borges escribió en 1934, con el nombre de Confesiones y en 1936 con el de Inscripciones. Es bajo esta dominación que se incluyen en Otras inquisiciones de Sur, no en las posteriores que realizó Emecé. Pero de la primera edición también desaparecen "Nota sobre Carriego", de 1950; "El encuentro en un sueño", de 1948; "La inocencia de Layamon", de 1951. Se agrega al final un escrito de 1965, "Sobre los clásicos". Cuando uno encuentra, no tan sólo en este libro sino en otros, ese intercambio de piezas, se pregunta si fue el autor el que las determinó. Creo que no, pienso que tal vez no fue el mismo Borges el autor de los cambios y sí una decisión editorial. Borges cambiaba los textos, eso sí, y también se sabe que prohibió la publicación de algunos de sus primeros trabajos, los cuales fueron editados póstumamente. Ignoro si se trata de una desobediencia feliz, como la de Max Brod con Kafka, o no. Pero el único que tendría derecho a opinar era el mismo Borges, para quien, como la fama, todo podría tratarse de un malentendido.
Me gustaría, en algunos casos las tengo, tener las obras completas de Borges libro por libro, tal cual fueron editadas en su primera edición. Eso no ha ocurrido, ni en la primera edición de sus Obras Completas (sería un lugar común decir que eran incompletas) y tampoco en la edición que se hizo posteriormente, esos libritos azules que son comunes en todas las librerías de viejo de la ciudad. En casi todas, creo. Deben ponderarse sin reservas algunas compilaciones fragmentarias, por ejemplo los Textos recobrados, editados por Emecé en tres tomos, que reúnen obras entre 1919 y 1986. Son obras con apuntes rigurosos que cumplen con esa función de "editar" que no solamente consiste en publicar libros. Por otra parte sería interesante que se haga (a lo mejor se ha hecho, pero lo desconozco) completar ese índice de obras aparecidas por vez primera en publicaciones periódicas que se encuentran en la primera edición de La expresión de la irrealidad en la obra de Jorge Luis Borges, que comprende textos publicados entre 1919 y 1956. Es decir falta la compilación de treinta años. Si bien los mencionados textos recobrados cumplen esa función, no carecería de importancia un índice como el que mencionamos, como algo para tener a mano todo aquello que Borges escribió antes de que los textos pasaran a sus libros. Contando los prólogos y los epílogos, Borges publicó en revistas y diarios, poco más de 430 trabajos, eso hasta 1956.
Hay que destacar, es necesario aclarar, que todas las nuevas ediciones realizadas por Emecé cumplen con algo que pocas otras editoriales hacen: tienen la honestidad intelectual de citar las fuentes de donde fueron registradas o recobradas por vez primeras, unos cuantos textos curiosamente desconocidos. Incluso, sorprendentemente, que no figuran en la mencionada recopilación del libro de Ana María Barrenechea.
Por otra parte sé que hay cosas que dichas por Borges, que lamentablemente no tengo en este momento en mi poder, que no se mencionan en ninguna recopilación de datos que conozca. Sobre todo ya lo he dicho cosas escritas o publicadas en diarios o revistas del interior. Por ejemplo algunos homenajes a Borges, que fueron realizados en esta ciudad, reportajes, conversaciones sobre escritores que no encuentro mencionado en otros libros. Algunas anécdotas, por ejemplo la siguiente: en un suplemento de un diario de Córdoba, no se publicaban poemas. Era una disposición más divertida que arbitraria. Un día se encontraron con el envío por parte de Borges de un poema. Tenían que publicarlo. Y lo hicieron, pero para eso hubo quien se encargó de escribir un ensayo sobre la poesía de Borges y en ese ensayo, en un recuadro incluyeron el poema. No he encontrado ni la mención del hecho, ni quien escribió con firma o sin ella el ensayo en cuestión y tampoco de qué poema de Borges era el publicado. Hay además pequeños cuadernos dedicados a Borges, pero tampoco se los tiene en cuenta. Uno de ellos era un diálogo con María Esther Vásquez, el otro un homenaje en el que participaron, entre otros, Alicia Jurado y José Edmundo Clemente. Aunque esas obras se encuentran agotadas, tal vez todavía pueda encontrarse algún ejemplar.
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