Carta abierta al intendente

Señor intendente, Miguel Lifschitz: Usted ha tenido, mas allá de aciertos y errores, una conducta a lo largo de sus dos años de mandato: ha intentado privilegiar los intereses de la ciudad de Rosario por sobre los intereses partidarios. Esto es lo que sin dudas le reconoce la ciudadanía cuando en las encuestas manifiesta tener una buena opinión de usted. Sin embargo, en el tema Aguas, señor intendente, usted ha abandonado esa postura y se embarcó en una clara defensa de los intereses electorales de su partido por sobre los intereses de la ciudad. En efecto, en reiteradas oportunidades, usted manifestó la conveniencia que la ex Aguas Provinciales no se reprivatizara ni que tampoco volviera al esquema de la vieja Dipos, pero sí que fuera estatal. El gobierno provincial finalmente decide adoptar este camino, es decir, crea una sociedad anónima donde un 90 por ciento de las acciones queda en poder estatal, ya sea provincial como municipal. Una propuesta donde se recepta la opinión que tenía hasta hace poco usted, señor intendente: el agua manejada por el Estado y con participación de los municipios. Ahora bien, si ésta era su postura, antes de que la provincia tomara la decisión de avanzar en este camino, ¿por qué ahora no quiere integrar la nueva empresa? Muy simple: porque, lamentablemente, usted privilegia los intereses electorales del socialismo por sobre los de la ciudad y sus habitantes. El tema del agua fue durante mucho tiempo el caballito de batalla que el socialismo utilizó para hostigar políticamente al gobierno provincial. De hecho, algunos diputados provinciales del socialismo se dedicaron casi por completo a este tema. Que el gobierno provincial haya tomado la decisión, trascendente, de dejar de lado el proceso privatizador y haya propuesto un camino a seguir que empieza con una capitalización de 100 millones de pesos, deja a la oposición política en la provincia sin una de sus banderas. Y usted lo sabe, señor intendente. Con todo respeto, señor intendente, creo que usted va a cometer un grave error si impide que la ciudad de Rosario participe en la nueva empresa recientemente creada. Se trata de resolver el problema de aguas y de cloacas de los rosarinos y eso se debe anteponer a cualquier otro interés mezquino. La presencia de Rosario en la empresa posibilitaría integrar su directorio, es decir, tener voz y voto en las decisiones, estar en la "cocina" de la toma de decisiones, mas allá de no tener la mayoría. Por el contrario, de no integrar Rosario la nueva empresa, no vamos a tener ningún poder decisorio, es decir, no vamos a poder trabajar para los intereses de los rosarinos. Eso sí, su partido, señor intendente, el socialismo, va a poder seguir criticando al gobierno provincial en busca de réditos políticos. Señor intendente, no se equivoque. Rosario le va a agradecer que forme parte de la solución de los problemas, no que se transforme en un crítico sin propuestas pensando sólo en las elecciones que, por otra parte, van a realizarse recién el año que viene. Construir algo, y usted lo sabe, siempre es mas difícil y riesgoso que criticar. Pero los rosarinos, en el tema aguas, necesitamos construir, y en forma urgente.

Osvaldo Miatello

Vicepresidente Primero

Concejo Municipal de Rosario