Sábado, 1 de octubre de 2005 | Hoy
Hace unos sesenta años, hacia 1945, Charlie Parker realizó algunas grabaciones para el sello Savoy, en las cuales Miles Davis es el trompetista y Dizzy Gillespie, curiosamente, figura en algunos de los temas como pianista, instrumento que por otra parte tocaba muy bien. Cuando llegó el turno de grabar "Ko Ko", que se estructura en base a la progresión de los acordes de la bien conocida "Cherokee", Davis no quiso ser el trompetista. Según Ted Gioia, Miles explicó que no creía estar preparado para esa obra y que de ninguna manera iba a ponerse en evidencia. Fue cuando Gillespie lo reemplazó. Y el solo que tocó, según los estudiosos, se transformaría en el solo mas importante del bebop hasta ese momento. Por si resulta necesario, el "Ko Ko" de Parker no tiene nada que ver con el "Ko Ko" de Ellington que alcanzó igual celebridad pero que creo estaba basado en alguna forma melódica autóctona y además es prácticamente una obra en donde la improvisación no existe.
Ignoro cuál es el mecanismo por el cual, esa historia me recuerda una que con felicidad incluyen Borges y Bioy Casares en su antología de cuentos breves y extraordinarios. Se titula el libro Cincuenta años en Gorchs. Medio Siglo en campos de Buenos Aires (Olavarría, 1911) y su autor es Luis L. Antuñano. Si se trata de uno de esos apócrifos que tanto gustaban a los compiladores, carece de importancia. Conozco a quienes han inventado apócrifos y han confundido a otros. Pero ignoran las veces que fueron ellos los engañados. De cualquier manera terminarán convirtiéndose en un apócrifo.
El relato se llama "Polemistas" y dice así: "Varios gauchos en una pulpería conversan sobre temas de escritura y fonética. El santiagueño Albarracín no sabe leer ni escribir, pero supone que la palabra trara no puede escribirse. Crisanto Cabrera, también analfabeto, sostiene que todo lo que se habla puede ser escrito. Pago la copa para todos, dice el santiagueño, si escribe trara /. Se la juego, contesta Cabrera. Saca el cuchillo y con la punta traza unos garabatos en el piso. Se asoma el viejo Alvarez, mira el suelo y sentencia: "Clarito, trara". Hasta aquí la breve historia, que me parece fascinante. Es como si en esa discusión entre analfabetos sobre escritura y fonética hubiera existido un olvidado precedente para todos los posteriores congresos de la lengua.
Para los gauchos argentinos de hoy, que ignoro si los hay, pero que tendría que haberlos, me permito decirles que en los diccionarios consultados en esta madrugada de lento insomnio en que escribo estas líneas no figura en los diccionarios que he tenido a mano. Entre ellos un muy reciente Diccionario del habla de los argentinos, editado por la Academia Argentina de Letras.
No me importan demasiado los motivos por qué la grabación de "Ko Ko" me recuerda esta historia, pero me resulta mucho más que un recuerdo que se liga a otro caprichosamente.
Es decir, pienso en que así como grandes maestros espirituales de la humanidad no dejaron nada escrito (Sócrates, Buda, Cristo) no sabemos si en las palabras que escribieron sus discípulos se encuentra todo el mensaje, si todo lo que hablaron y enseñaron está escrito tal cual fue. Incluso sabemos que con un palito Cristo escribe algo sobre el polvo del piso, pero eso asusta a quienes estaban a punto de ajusticiar, a pedradas (métodos que sigue en vigencia en algunos países) a una adúltera o a una prostituta, las versiones difieren. ¿Escribió Cristo aquella pregunta de quién tiene derecho a tirar la primera piedra? No lo sabemos, por lo cual esa escritura borrada por los mismos pies de Cristo siguen siendo un misterio. (1)
Tal vez Davis supo que lo que iba a tocar Gillespie se grabaría, pero algo esencial quedaría fuera de la grabación. Algo que solamente comprenderían quienes estaban presentes. La palabra trara a su vez, que Borges y Bioy Casares dicen que se trata del trípode que sostiene la pava con agua para el mate, no pueda escribirse tal cual es y nuestra escritura sea solamente una aproximación. De allí que no figure en los diccionarios que he consultado, aunque pueda figurar en otros.
Tenía las versiones hechas para Savoy en LP. De las reeditadas en CD, que son, creo cinco, tengo solamente dos. En una de ellas hay una toma breve de "Ko Ko" y la toma original que dura 2.50. El personal, además de Parker y Gillespie, tiene a Sadik Hakim en el piano (lo que ha sido motivos de polémicas si realmente se trata de ese músico), Curly Russell en bajo y Max Roach en la batería. La grabación data de noviembre 26 de 1945. En la misma versión, pero editada por otros sellos, se da por supuesto que Gillespie toca tanto el piano como la trompeta en ese tema.
(1) Lapidar es matar a pedradas, también labrar piedras preciosas. Pero lapidario no es el que mata con piedras sino aquel que se dedica a las piedras preciosas. También define a un libro que describe poéticamente los minerales. No por cierto la muerte por lapidación que es particularmente cruel, aunque no mucho más que cualquier clase de pena de muerte.
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