Deuda

Cuando nos oponemos a la cancelación de la deuda externa con el F.M.I., no estamos haciendo oposición al concepto de cancelación de deudas, porque hacerlo siempre es bueno. Pero también debemos analizar que esta cancelación no alcanza al 10% del valor total de nuestra deuda externa pública que es de 126 mil millones de dólares.

Sí consideramos, que no es justo, necesario y menos aun prioritario. No es justo, porque estamos haciendo honor a una deuda total y comprobadamente ilegítima, que pesa sobre las cabezas de todos los argentinos y que precisamente el usurero acreedor es quien está pidiendo desde el año 2003 que la cancelemos.

No es necesario, porque si bien nos libramos del F.M.I., seguimos siendo cautivos de las presiones del G7 (Grupo de los 7 países más industrializados), que son los mismos usureros que manejan el F.M.I. y quienes son los dueños de las empresas privatizadas a las que les convienen los ajustes de tarifas y los aprietes de los bonistas hacia nuestro país.

No es prioritario, porque mucho más importante es hacer honor a la verdadera deuda interna, que desde hace décadas se contrajo con el pueblo argentino. Un pueblo donde más del 50% de sus niños se encuentra en la pobreza y la indigencia.

Tuvimos un 19 y 20 de Diciembre de 2001, donde el pueblo se manifestó, cacerola en mano, reclamando el pago de esa deuda interna. Tenemos un Superávit Fiscal que merecemos sea redistribuido equitativamente entre todos los ciudadanos.

Siempre es saludable pagar una deuda. sr. Presidente, hoy es su gran oportunidad pague la deuda interna. Redistribuya la riqueza.

Noelia m. De Chiementín

concejala de UCR de Santa Fe