Viernes, 31 de octubre de 2008 | Hoy
Al intendente Miguel Lifschitz, el reloj le atrasa diez años. Sigue aplicando el decálogo del buen neoliberal: enfrentarás a pobres contra pobres y a trabajadores contra excluidos.
La Municipalidad se encuentra en una crisis financiera de proporciones inéditas, y para resolverla al intendente se le ocurren ideas geniales que apuntan siempre a cortar el hilo por lo más fino: recortar las frencuencias de colectivos, el servicio de recolección de residuos, y ahora las políticas sociales.
Lo cierto es que no tenemos noticias de que Lifschitz para cerrar sus cuentas y financiar la tasa de ganancia de sus empresarios amigos tenga pensado bajar la inversión en 'marketing de ciudades', y otros gastos superfluos.
Eduardo Toniolli
Movimiento Evita
La palabra responsabilidad quema en las más altas esferas del gobierno, es como una papa caliente que nadie se anima a tomar; pero, por sobre todo, avergüenza al pueblo argentino que eligió o aceptó a las autoridades elegidas que conducirían el país, que cumplirían con el juramento realizado cuando asumieron, que se ocuparían de resolver los problemas de los ciudadanos que, en definitiva, somos los que pagamos los sueldos que cobran.
Lamentablemente, los problemas arrecian en nuestro país y los responsables de tratar de dar soluciones a los mismos, de escuchar los reclamos de la sociedad, se alejan cada vez más, delegando las culpas a las víctimas de este caos social.
El Poder Ejecutivo se enfrenta a ellas endilgando las culpas a quien ose realizar cualquier tipo de reclamo o protesta.
De esta manera, van delegando responsabilidades y culpas a la Justicia, a docentes, productores agropecuarios, empresarios, médicos, trabajadores de la salud, transportistas, etcétera, dejando al pueblo en un estado total de indefensión.
Marta Carretero
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